Bajo el nombre de Loco, el vino blanco de Bodegas Canopy, se encuentra la historia de un homenaje a esos locos maravillosos que cambiaron el mundo. Un producto que reivindica «la imaginación al poder».
Pintores como Dalí o científicos como Albert Einstein dieron lo mejor de sí mismos cuando abandonaron el pensamiento convencional a favor de la imaginación, cuando decidieron cuestionar los límites de lo establecido y dejarse llevar por ese estado de locura creativa capaz de imaginar mundos diferentes: un estado del alma capaz de transformar la inspiración en una realidad tangible. Con este sentimiento nació Canopy hace diez años, con la idea de elaborar vinos de culto en Méntrida, una zona donde esta bodega dice que » los vinos eran aburridos y uniformes, sin ambición ni chispa». Por eso «el potencial para elaborar grandes vinos de garnacha estaba escondido entre viejos viñedos, solo hacía falta soñar en voz alta y dejarse llevar por esa locura que nos impulsa a imaginar un mundo mejor».
La historia de Loco
Llevados por este espíritu y sin dejar nunca de soñar, Bodegas Canopy buscó las playas bajo los adoquines y encontró un tesoro oculto: una viña de garnacha blanca de más de 65 años cultivada de forma tradicional en vaso, una variedad que solo existe en Cataluña y, en pequeñas cantidades, en La Rioja. Los viejos del lugar cuentan que al viticultor que plantó esa viña le llamaron loco, y locos llamaron a los bodegueros de Canopy cuando siete años atrás se hicieron cargo del viñedo de media hectárea con la idea de crear un blanco rompedor con una variedad considerada, como antes lo fue la garnacha tinta, carente de interés.
Siete años de trabajo e ilusión dedicados a entender una variedad difícil y delicada han dado lugar al blanco soñado: complejo, elegante y con una profundidad que lo coloca en la categoría de lo excepcional. Loco es la expresión de una viticultura de precisión y de un delicado proceso de vinificación, combinando bajos rendimientos por cepa, vendimia refrigerada a 15º a pie de viña y un coupage a partes iguales de fermentación en barrica y acero inoxidable. Canopy lo describe como «una mezcla con lo mejor de los dos mundos, los aromas sutilmente tostados y la cremosidad de las maderas francesas de 3 años y la frescura de los aromas a hierba fresca recién cortada de la fermentación a temperatura controlada, un conjunto armónico aliñado con una mineralidad que expresa de forma precisa los suelos arenosos en los que se desarrolla».
Por eso este vino blanco en su añada 2013 del que la bodega dice que su nombre es «un homenaje a esos locos maravillosos que cambiaron el mundo, condensa lo mejor de la filosofía de Canopy en una copa».
Nota de cata
De color amarillo pajizo, limpio y brillante.
En nariz sorprende por sus sutiles y elegantes notas de hierba fresca, hinojo y heno, junto con matices de melocotón y flores blancas (manzanilla), que se completan con matices ahumados y especiados de su fermentación y crianza en barrica. Notas minerales.
En boca se muestra fresco y sedoso. Las notas minerales acentúan el sabor que aporta el terruño.
Sabor retro nasal, largo, amplio y persistente.
Con una producción de 2.630 botellas, Loco puede adquirirse en Lavinia y su precio es de 19 euros.
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