Los Consejos Reguladores de Canarias, ante la incertidumbre actual que vive el sector derivado del estado de alarma, se han unido para hacer llegar al Gobierno de Canarias sus necesidades actuales. Las acciones para esta nueva situación se han centrado en dos líneas prioritarias como son los problemas de comercialización y de ahí la consecuente falta de liquidez que pone en riesgo al sector vitivinícola y su próxima campaña de vendimia.
Tras el IV Encuentro de Experiencias Vitivinícolas que se convirtió en el Primer Foro de Consejos Reguladores de Canarias,celebrado el 7 de febrero. Los Consejos Reguladores asistentes: Abona, El Hierro, La Gomera, Gran Canaria, Lanzarote, La Palma, Tacoronte- Acentejo, Valle de Güimar, y Valle de La Orotava se pusieron a trabajar de forma conjunta en la búsqueda de mejoras para el sector vitivinícola dentro de sus zonas de influencia y de cara a la Administración Pública.
Así, a principios de marzo hicieron llegar a la consejera de Agricultura del Gobierno de Canarias las conclusiones recogidas para trabajar conjuntamente; pero llegados al Estado de Alarma las circunstancias cambiaron para todos.
Ahora, ante esta nueva situación los Consejos Reguladores se han visto en la necesidad de plasmar nuevamente ante la Administración las incidencias que afectan al sector, para solventar la situación y salvar al sector en este momento y una vez recuperada la normalidad continuar con las propuestas anteriores.
Las necesidades actuales se centran en dos líneas claras: comercialización y liquidez, para evitar el tan temible abandono del cultivo y con ello el detrimento de la vitivinicultura Canaria y de otros sectores al perder paisaje, como podría ser el turístico, que podría desencadenar la no intervención en apoyo del sector hoy.
Comercialización y liquidez
Con el canal Horeca cerrado, las pérdidas de las bodegas suponen más del 90% de los ingresos. Aunque las ventas on-line hayan aumentado, no son significativas, para un sector que debe seguir costeando los insumos.
El canal alimentación supone solo una pequeña cuota de ingresos en la que además los Vinos Canarios deben competir con unos vinos importados que por su procedencia tienen un coste mucho menor, lo que en la situación actual los hacen incluso más atractivos para el consumidor, que se inclina por los de menor precio.
Sin comercialización los vinos están almacenados en las bodegas y no se prevé una recuperación de las ventas a corto plazo; por lo que hay que buscar una salida a éstos, indican desde los Consejos Reguladores.
De este primer punto se deriva el segundo y más conflictivo: la falta de liquidez de las bodegas. Algo que no solo repercute en su día a día, sino en la campaña que se acerca, pues la viña sigue su curso independientemente del estado de alarma.
Se ha considerado a las bodegas como parte del sector primario y por ello indispensables, por lo que las que se han acogido a un ERTE no ha podido ser por cese de la actividad, pero sin embargo, por el camino se olvidó que la fuente de ingresos de éstas sí está cerrada a cal y canto al estar el canal Horeca cerrado.
La imposibilidad de ventas remarca la falta de liquidez a la que se enfrentan las bodegas. Y sin liquidez no pueden hacer frente al pago de los trabajadores.
La situación actual, indican en sus conclusiones los Consejos Reguladores es que mantener el vino en depósitos requiere insumos como luz, agua, alquileres y/o hipotecas… pero si se embotellan aumentan dichos costes: botellas, corchos, etiquetas, cápsulas, cajas, embalajes, personal y todo lo anterior…
Apuntan además que las soluciones de los créditos ICO no llegan a ser reales, los ICOS se agotaron en poco tiempo. Las ayudas del POSEI, «los repartos deben ser revisados y justos para el sector, ahora es el momento, pero mientras en lo que esto se logra y aunque sean insuficientes, lo que esperamos es que lleguen antes de finales de junio como en años anteriores y que tanto la parte Europea como la Canaria se ingresen conjuntamente, puesto que se han visto mermadas en las últimas campañas».
Estas mermas se vieron provocadas por causas como un Registro vitícola no actualizado. La aplicación de la ley de subvenciones con la imposibilidad de acceder a las líneas de ayudas de muchos y la no resolución de muchos recursos de alzada.
Programa de Desarrollo Rural 2014-2020
Por otro lado los Consejos Reguladores de Canarias han solicitado la subvención para la submedida 3.2: «Apoyo a las actividades de información y promoción realizadas por grupos de productores en el mercado interior». Por la situación actual han tenido que reducir drásticamente la cuantía y los proyectos programados en la presente solicitud de ayuda quedando una cantidad importante de dinero de acciones que no se podrán ejecutar y previstas en la solicitud.
Cabe destacar que el periodo subvencionable es desde diciembre 2019 a septiembre de 2020 y que desde marzo a septiembre tenían programadas la mayoría de acciones. «Esta convocatoria sería la última del Programa de Desarrollo Rural 2014-2020 y por lo acontecido en el cambio de periodo del PDR anterior parece muy probable que nos quedemos sin convocatoria para el año 2021 (dentro del Programa 2021-2026)«.
Los meses finales de este año y los meses de enero a septiembre del 2021 serán meses cruciales para la reactivación y normalización de la economía de estas bodegas y en consecuencia la cadena de los agentes implicados en este sector y donde estas acciones subvencionables podrán ayudar bastante. Por todo esto solicitan a la Administración una convocatoria anticipada extraordinaria para el 2021 (octubre 2020-septiembre 2021) a cargo del actual periodo de PDR.
Las bodegas se acercan a la próxima vendimia con la incertidumbre de preguntas sin respuesta: ¿Cómo van a poder afrontar las bodegas el pago de la nueva cosecha? ¿Cómo se va a poder mantener a los viticultores que proporcionan uva a las bodegas, si no pueden hacer frente a los pagos? ¿Se verán obligados los viticultores a abandonar el cultivo?
Dichos Consejos Reguladores de Canarias recuerdan que desde la primera semana de confinamiento han elevado esta situación al Gobierno de Canarias y esperan tener respuesta a la mayor brevedad. «No queremos que la vitivinicultura de las islas fuera el sector olvidado y por ello solicitamos medidas de ayudas directas y estamos a la disposición de la Administración para poner en práctica esas acciones que permitan apoyar y paliar la situación en la que nos encontramos«, finalizan.