La conocida bodega vallisoletana Emilio Moro decidió ampliar horizontes y eligió El Bierzo para elaborar más vinos. Son de godello: Polvorete, El Zarzal y La Revelía. Buscan expresar lo mejor de la godello en una zona que para José Moro, presidente de Bodegas Emilio Moro y Bodegas Cepa 21, tiene «un gran potencial y mucho que decir».
El Polvorete, El Zarzal, La Revelía tienen una añada más, su puesta de largo suponía la materialización de la apuesta de Bodegas Emilio Moro en El Bierzo y un interés por elaborar vinos de godello en una zona donde esta variedad blanca está adaptada al terreno y sus laderas. A finales de 2020 los dieron a conocer con una puesta de largo precisamente en el Museo del Ferrocarril de Ponferrada y ahora llegan ya nuevas añadas que permiten seguir disfrutándolos.
En la presentación de las nuevas añadas de los godellos de Emilio Moro en El Bierzo, José Moro, presidente de Bodegas Emilio Moro y Bodegas Cepa 21, cuenta cómo arranca su iniciativa y qué han conseguido: «Siempre fuimos fieles a la Ribera del Duero y con una experiencia centenaria en la elaboración de vinos con uva tempranillo, pero llegó el 2013 y probamos un godello y nos enamoramos de ese vino, de esa variedad y de una zona, El Bierzo».
Casualmente todo empieza con un viaje de regreso de Santander, donde paran en un restaurante y prueban un vino que llama la atención de José Moro, un godello. Ya en Ribera del Duero habían experimentado con cuatro variedades blancas con un proyecto de diez años y llegaron a la conclusión que ninguna de ellas se adaptaba perfectamente a la Ribera del Duero. Inmediatamente fueron a conocer el lugar y esos vinos.
José Moro, presidente de Bodegas Emilio Moro y Bodegas Cepa 21: «Siempre fuimos fieles a la Ribera del Duero y con una experiencia centenaria en la elaboración de vinos con uva tempranillo, pero llegó el 2013 y probamos un godello y nos enamoramos de ese vino, de esa variedad y de una zona, El Bierzo»
Esa es la semilla de estos tres godellos de Emilio Moro: «Tres años más tarde en el 2016 nacía nuestro proyecto allí, en esa gran tierra que es El Bierzo, con dos vinos, El Zarzal y La Revelía, con ellos queríamos impulsar una zona vitivinícola con un gran potencial y con mucho que decir. El Polvorete vino después en 2020 y lo hizo pisando muy fuerte y convirtiéndose en ese aliado perfecto para el chateo en los bares, un vino de concordia, de barra, de unión y era precisamente todo lo que necesitábamos en ese momento tan complicado de la pandemia«.
El Bierzo, el alma de los vinos blancos de Bodegas Emilio Moro
Ese enamoramiento del lugar y sus vinos tiene una razón de ser en su paisaje y clima. Para José Moro «el alma de nuestros blancos es El Bierzo, una región con unas condiciones perfectas para el cultivo de la vid. Está acotado por el Valle del Silencio, además cuenta con la barrera natural de la Sierra de los Ancares que le da calma al ímpetu de esas borrascas atlánticas, de forma que es un sitio ideal para el cultivo de la vid».
En concreto El Bierzo se sitúa en el noroeste de la provincia de León, en el mencionado Valle del Silencio, cuenta con un microclima especial, con base de clima mediterráneo, una marcada continentalidad e influencias atlánticas, que resulta ideal para producir vinos de una calidad y personalidad extraordinarias. Pese a ser especialmente una zona conocida por sus tintos de mencía, es capaz también de dar a luz grandes blancos de la variedad godello, una uva que apenas representa el 6% del cultivo de la vid en la zona.
José Moro habla con pasión de los vinos resultantes tras esta aventura de Bodegas Emilio Moro. «Es que estos vinos son muy especiales por su carácter, por sus raíces ancladas a su tierra, por llevar grabado ese legado de nuestra familia. Pero también por fusionar arte y vino de la mano de nuestro querido amigo, Domingo Zapata, pintor internacional que fue quien vistió a nuestros blancos con unas etiquetas completamente revolucionarias y disruptivas y que expresan a la perfección la personalidad de cada uno de los vinos».
Polvorete 2020, el joven fresco y con garra
El aroma y el sabor son los sentidos que conectan con más intensidad con las emociones. Por eso en Emilio Moro, una bodega mundialmente conocida por sus tintos de Ribera del Duero, apuestan por elaborar vinos más allá de los estándares convencionales: «queremos que transmitan, que evoquen momentos únicos y que ericen la piel de quien los consume», explica su presidente, José Moro.
En esta primavera de 2021, en la que vuelven a brotar el optimismo, la alegría y la ilusión, la firma vallisoletana presenta Polvorete 2020, un blanco con la fuerza y la frescura para animar a bebernos de nuevo el mundo.
Polvorete es fruto del proyecto de innovación de Emilio Moro en El Bierzo, una zona vitivinícola con muchísimo potencial, y fue el tercer monovarietal de los godellos de Emilio Moro que se lanzó al mercado el año pasado –los primeros, en 2018, fueron La Revelía y El Zarzal– y que obtuvo 90 puntos en la revista norteamericana Wine Spectator.
Se trata de un vino alegre, juvenil, divertido y fácil de disfrutar que nace para confirmar que la uva con que se elabora es una joya por descubrir. Esta su segunda añada es el resultado de una climatología que se caracterizó por las importantes lluvias de primavera. En verano las temperaturas fueron suaves con periodos frescos en el momento de la floración. La maduración fue bastante rápida gracias a la oscilación térmica entre el día y la noche que favoreció la calidad de la uva y la obtención de un mosto con unas características excepcionales.
En su producción se ha tratado de reforzar al máximo las características del entorno y el terroir de El Bierzo, con un microclima especial para una viticultura también muy especial.
José Moro: «Lo que buscamos en Polvorete es que muestre la autenticidad de esa variedad que es el godello»
Polvorete 2020 presenta un color amarillo pajizo, limpio, brillante y de intensidad media. En nariz es sutil y elegante, con notas de flores blancas frescas y fruta, propias de la variedad Godello. El paso por boca es fresco y persistente, sin perder la acidez equilibrada propia de la variedad.
Precisamente en la cata de godellos de Emilio Moro, José Moro destaca lo siguiente: «Vino con peso y untuosidad a pesar de su juventud, con nervio, entra vertical en la boca. Fácil y fresco de beber por su acidez, tiene garra. Lo que buscamos en Polvorete es que muestre la autenticidad de esa variedad que es el godello».
El arte, como el vino, es un generador de emociones y por ello la etiqueta de Polvorete, al igual que la de El Zarzal y La Revelía, lleva impreso el diseño del artista mallorquín Domingo Zapata, de renombre internacional. Se trata de una imagen rompedora, de estética vanguardista, colorista y arriesgada, que plasma la esencia de un oficio tradicional que sabe reinventarse, evolucionar con el paso de los años y expresar las emociones más profundas y que refleja, en tonos mostaza, el carácter cercano, asequible y vital de Polvorete. En palabras de José Moro, «el vino y el arte se dan la mano porque para dedicarse a ellos hay que tener a punto la inspiración y sentir pasión; y nosotros la sentimos cuando conocimos la magia de El Bierzo y de la uva Godello».
El Zarzal 2019: fresco, meloso y rotundo
«Un buen vino es aquel que hace que se te erice la piel», así lo ve el presidente de Bodegas Emilio Y es lo que busca que provoquen estas creaciones.
En el caso de El Zarzal, cuya añada 2019 es la tercera en el mercado, es uno de esos vinos que trasportan al buen tiempo, a las tardes de verano frente al mar, gracias a su extraordinaria frescura, a su elegancia extrema y a la sutileza de sus matices que reflejan como ningún otro vino la identidad de la uva de la que procede.
Se trata de un vino con una clara vocación varietal que respeta, sin renunciar a la frescura, el perfil aromático y las particularidades propias de la uva Godello. Proviene de viñedos situados al inicio de las laderas, un terreno de suelos franco-arenosos con exposiciones umbrías en las que la fruta se mantiene fresca e íntegra, y su añada 2019 ha sido especialmente favorable a la calidad de la uva. Durante el periodo de floración se dieron abundantes lluvias que afectaron a la cantidad de producción y al final de la primavera y en verano se produjo un importante aumento de la temperatura que, añadido a la escasez de lluvias, provocó que la uva entrara a la bodega con mucho grado.
José Moro sobre El Zarzal: “Es un vino más rotundo, mucho más maduro, intenso, es un término medio entre un vino con una gran complejidad y un vino más joven»
Fermentado en fudre de roble francés con posterior crianza sobre lías en fudres de 2500 litros, El Zarzal 2019 presenta un color amarillo pajizo tenue, limpio y brillante en copa. En nariz se aprecian aromas a flores, frutas blancas y un toque muy tenue de madera con el que se consiguen aromas muy elegantes y persistentes. En boca destacan la frescura y la acidez, creando un conjunto sorprendente y equilibrado.
En la cata de El Zarzal José Moro habla sobre su madurez y lo liga con su elaboración ya que se emplea el fudre en el proceso. “Es un vino más rotundo, mucho más maduro, intenso, es un término medio entre un vino con una gran complejidad y un vino más joven. Se nota el trabajo del fudre para extraer los matices aromáticos del vino sin perder frescura y ese perfume tan atractivo. Es superfloral, intenso, tiene una madera muy fina, muy bien balanceada, de hecho apenas se percibe. Siempre tiene protagonismo la fruta por encima de todo y con esa mezcla aporta una complejidad tremenda. En boca, es hermano de Polvorete, tiene una boca fresca pero mucho más melosa, esa acidez está perfectamente envuelta en la grasa que han producido y que proporcionan las lías«.
Sobre este vino recalca su potencial de guarda: “Puede pasar más tiempo evolucionando en botella porque va a ganar muchísimo en complejidad, no en vano la variedad godello envejece muy bien en botella”.
Es ideal para tomar bien fresquito y para acompañar cualquier cena, comida o aperitivo veraniego. Se presenta en una bonita botella cuya etiqueta tiene tono verde musgo, en alusión a su frescura y carácter varietal, y que también ha diseñado el artista Domingo Zapata.
La Revelía 2018, godello en su máxima expresión
Los godellos de Emilio Moro tiene en este producto su culminación. «La Revelía 2018 es la máxima expresión de lo que nosotros queríamos hacer desde un principio con la uva godello: extraer su personalidad única, la complejidad, intensidad y finura que definen su carácter varietal, huyendo de las notas tropicales y reforzando sus notas a flores secas, sus recuerdos cítricos y su elegante mineralidad». Con estas palabras definen sus autores la tercera añada de esta referencia, procedente de los viñedos más altos de la bodega en El Bierzo –a unos 700 metros de altitud– y resultado del ambicioso proyecto de Bodegas Emilio Moro, una de las más señeras de Ribera del Duero, en esta denominación.
En Emilio Moro supieron ver hace años ese potencial y eligieron esta denominación de origen para completar su gama de vinos con dos blancos, La Revelía y El Zarzal, a la altura de sus tintos de Ribera del Duero. Fruto de este empeño y de una añada marcada por una alta pluviometría y un verano cálido que favorecieron el equilibrio de la viña y la madurez de la uva, llega al mercado La Revelía 2018, un blanco ideal para disfrutar con el buen tiempo de primavera y verano.
La Revelía 2018 se fermenta en barricas de 500 litros de roble francés y se somete a una crianza sobre lías en la que, ante todo, se respeta la varietal.
José Moro sobre La Revelía 2018: «es un vino seductor, muy complejo, tiene toda la vida por delante, está en su máxima plenitud. Es la tercera añada, va consolidando nuestro conocimiento del Bierzo y perfilando también el vino que empezamos a soñar en el año 2013″
En la fase visual, el vino presenta un color amarillo pajizo limpio y brillante. En nariz destaca por la intensidad y la elegancia de sus aromas y es donde mejor expresa su personalidad. Una personalidad que viene definida por el equilibrio entre complejidad, finura y frescura y por una gran concentración de matices en los que no aparecen para nada las notas tropicales y donde la madera se mimetiza totalmente con la variedad. En boca es ligeramente untuoso y muy equilibrado, con una acidez bien integrada y un postgusto duradero.
Sobre La Revelía 2018 José Moro explica que «es un vino seductor, muy complejo, tiene toda la vida por delante, está en su máxima plenitud. Es la tercera añada, va consolidando nuestro conocimiento del Bierzo y perfilando también el vino que empezamos a soñar en el año 2013″.
Así La Revelía constituye el más representativo de lo que desde el principio querían hacer en El Bierzo con la uva godello; es el cenit del trabajo de todos estos años.
En definitiva un proyecto en un lugar, El Bierzo y con una variedad, la godello, que se consolida con las nuevas añadas de sus vinos y en el que José Moro tiene puestas grandes expectativas. «Si hemos empezado un proyecto como este en El Bierzo es porque creo que puede ser el gran Borgoña español, ese vino que va a envejecer divinamente y que nos va a dar muchísimas sorpresas. Sobre la variedad lleva en El Bierzo muchísimos años desde el siglo XII, pienso que ha llegado el momento de que se la reconozca y de que coja la bandera de los grandes vinos españoles«.
Los godellos de Emilio Moro están disponibles en la tienda online de la bodega.
- P.V.P. Polvorete 2020: 8,40 €
- P.V.P EL Zarzal 2019: 12,10 €
- P.V.P botella La Revelía 2018: 21,95 € (75 cl).
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