El Proyecto estratégico para la recuperación y transformación económica (PERTE) del sector agroalimentario incrementa la dotación económica. Se aprobó en febrero por parte del Consejo de Ministros e iba a contar con una inversión pública de unos 1.000 millones de euros hasta 2023, que será aún mayor al destinarse 800 millones de euros adicionales.
El Proyecto estratégico para la recuperación y transformación económica (PERTE) del sector agroalimentario apoya su crecimiento económico sostenible, su digitalización y la cohesión territorial. En la presentación del Proyecto Estratégico para el sector Agroalimentario, en la Feria Nacional del Vino Fenavin, en Ciudad Real, se anunció que se suman 800 millones de euros adicionales a los más de 1.000 millones de euros de inversión pública ya comprometidos. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, lo hizo público en este evento.
Este PERTE va dirigido a la cadena agroalimentaria para, junto a otras medidas como el Plan Estratégico de la PAC y el Plan de Recuperación, dotarla de la financiación y las herramientas necesarias para afrontar los retos medioambientales, digitales, sociales y económicos de la próxima década.
En palabras del el jefe del Ejecutivo: “Este Proyecto Estratégico Agroalimentario es y será esencial para la recuperación y la modernización de nuestro país”. Anuncio asimismo un incremento de 800 millones de euros adicionales puestos a disposición del sector, para la transformación de la industria agroalimentaria y la mejora de la gestión del agua y la modernización de los regadíos, elevándose la cifra global hasta los 1.800 millones de euros.
La nueva inversión anunciada supone un 80% de la inicialmente prevista, los más de 1.000 millones de euros de inversión pública ya comprometidos de los fondos del Plan de Recuperación para este programa transformador del sector agroalimentario, que generarán un impacto de más de 3.000 millones de euros en la economía y que permitirán crear 15.000 empleos en el sector.
«Es una política de Estado”, ha destacado Pedro Sánchez, “España está orgullosa de su campo, de su agricultura, de su ganadería y de su pesca; y este gobierno apoya al campo español, con hechos reales y con presupuestos reales”. Al respecto, ha puesto en valor además de este PERTE y los fondos del Plan de Recuperación, medidas aprobadas, impulsadas y acordadas por el Gobierno como la PAC, la Ley de Cadena Alimentaria, las ayudas directas del Plan de Respuesta a la guerra, la rebaja de impuestos a la energía o la bonificación de combustibles.
Las medidas transformadoras del PERTE Agroalimentario se estructuran en tres ejes:
- El fortalecimiento industrial del sector agroalimentario, con 400 millones de euros de financiación destinados a la mejora de la competitividad, la sostenibilidad y la trazabilidad y seguridad alimentarias.
- Más de 454 millones de euros para avanzar en el proceso de digitalización de toda la cadena agroalimentaria.
- Y más de 148 millones de euros para fortalecer la investigación en el ámbito agroalimentario, para aumentar la capacidad productiva y la competitividad.
El presidente del Gobierno estuvo acompañado por el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas; la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto; la ministra de Política Territorial y portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez y la ministra de Ciencia e Innovación, Diana Moran, además de por el presidente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page.
Impacto esperado
El PERTE Agroalimentario va a contribuir de esta manera a dinamizar al conjunto de la cadena, a través de iniciativas que constituyan nuevos proyectos de transformación del sector y erigirse en un catalizador de iniciativas para modernizar el sector agroalimentario.
El impacto del PERTE Agroalimentario asegura de esta manera una serie de medidas y actuaciones basadas en líneas estratégicas:
- Impulsar la transformación tecnológica de todo el sector, su desarrollo tecnológico, acelerar la transformación digital de los actores implicados, el uso del Big data y nuevas herramientas digitales y la adaptación al nuevo entorno impuesto por la economía digital.
- Profundizar en el suministro de alimentos sanos, seguros y saludables, asociado con procesos industriales que mejoren la descarbonización y minimicen su impacto en términos de sostenibilidad.
- Mejora de la dimensión y de la cohesión social del sector agroalimentario. Se trata de apoyar a los jóvenes, proteger a los segmentos más vulnerables, facilitar la incorporación de las mujeres, apuesta por la I+D y por la capacitación y formación continua.
- Impulsar el desarrollo de una economía circular y a reducir el impacto ambiental del sistema agroalimentario, fomentando un uso eficiente de los recursos naturales y la energía en la producción de alimentos, adoptando medidas en materia de transporte, almacenamiento, envasado y desperdicio de alimentos.
Este PERTE Agroalimentario refuerza así la triple sostenibilidad (económica, social y ambiental) del sector agroalimentario y de todos los agentes que forman parte de su cadena de valor.
El PERTE, que cuenta con medidas gestionadas por los ministerios de Agricultura, Pesca y Alimentación; de Industria, Comercio y Turismo; de Asuntos Económicos y Transformación Digital; así como del de Ciencia e Innovación, va dirigido a propiciar la transformación de la cadena agroalimentaria e impulsar la modernización y digitalización del sector, su crecimiento económico y la cohesión territorial.
Un PERTE encaminado a afrontar los retos de la próxima década
El sector agroalimentario contribuye con casi un 10 % al PIB y está conformado, en su mayor parte, por pequeñas y medianas empresas. Un 96% de las más de 30.500 empresas son pymes. De esta forma, el PERTE se concibe como un conjunto de medidas que benefician a empresas y autónomos del sector agroalimentario y que generan sinergias con unos objetivos claros: mejorar la competitividad, la sostenibilidad y la trazabilidad y seguridad del sector agroalimentario. Además, dada la importancia del sector agroalimentario en el medio rural, se incorpora la contribución al reto demográfico como objetivo transversal.
Para hacer frente a la lucha contra el cambio climático y adaptarse a los objetivos de desarrollo sostenible de la Agenda 2030 se hace necesario promover un uso eficiente de los recursos naturales y de la energía en la producción agroalimentaria, a través de la digitalización de todos los procesos productivos de la cadena alimentaria.
Con este PERTE se pretende fomentar el empleo de calidad del sector agroalimentario –sobre todo en el medio rural, donde el tejido empresarial agroalimentario tiene mayor presencia-, fortalecer su competitividad y rentabilidad –con medidas enfocadas a la automatización de procesos, sensorización de procesos o sistemas de aprovisionamiento sostenibles-, así como la vertebración del medio rural –este PERTE tendrá efecto arrastre por su capacidad para desarrollar su actividad en zonas lejanas a núcleos urbanos, atrayendo empleo y servicios colaterales (transporte y restauración), y actuará como generador socioeconómico del entorno rural-. Estos son algunos de los objetivos de este PERTE dirigido a un sector económico estratégico de la economía española.