El Día de la Gastronomía Sostenible, el pasado 18 de junio, un grupo de privilegiados pudieron disfrutar de un maridaje perfecto en una experiencia gastronómica 100% sostenible. Los vinos ecológicos Granza de Bodegas Familiares Matarromera y el K&Co, el primer restaurante certificado y auditado como sostenible de España, se unieron en su respeto por el medio ambiente.
La marca de vinos ecológicos Granza, de Bodegas Familiares Matarromera, ha querido apoyar con sus vinos el Día de la Gastronomía Sostenible con el objetivo de sensibilizar al público en general acerca del cuidado del medio ambiente.
Para ello, ha reunido a un número reducido de invitados a vivir una experiencia gastronómica 100% sostenible en el K&Co Sustainable Kitchen Bar, el primer restaurante de la capital con una certificación de este tipo que cumple un año con el objetivo de ser referencia en la restauración sostenible.
Entre otras medidas, los responsables del establecimiento seleccionan a sus proveedores por las prácticas de sostenibilidad reconocidas y productos de máxima calidad. Todas sus materias primas son de Km.0, locales y de temporada. También trabajan con productos procedentes de comercio justo, productos bio, ecológicos o con algún tipo de certificación que cumpla criterio de sostenibilidad, valor que comparte con los vinos ecológicos Granza.
Residuos de uva para las etiquetas Granza
Los vinos ecológicos Granza se caracterizan y diferencian por ser vinos más naturales que respetan más los aromas varietales y los sabores de la tierra. Tanto las labores en viñedo como en bodega para la elaboración de estos productos responden a métodos de producción ecológica limitando la aplicación de productos fitosanitarios, productos preventivos sistémicos o químicos de síntesis como pesticidas, herbicidas o abonos químicos como fertilizantes, utilizando solamente productos naturales considerados ecológicos.
Además, el vino ecológico Granza utiliza residuos de uva para sus etiquetas. De hecho, ha sido la primera marca agroalimentaria española en utilizar este tipo de etiquetas cuyo papel se denomina ‘Grape Touch’. Dicho material está elaborado con residuos de uva para reemplazar el 15% de pulpa de árbol virgen.
En concreto, la materia prima utilizada son subproductos de uva, fundamentalmente orujos de uva, es decir la piel, la pulpa y las pepitas de las uvas (que normalmente se procesan como rellenos en alimentos para animales, fertilizantes o vertidos) que se extraen tras el proceso de vinificación y destilación. El material utilizado es elaborado por la empresa americana Avery Dennison.
El Restaurante K&Co. cuenta igualmente en su construcción y equipamiento con mobiliario de pino tratado con resinas naturales procedente de talas controladas, luminarias tipo led con detectores de presencia, caudalímetros, pinturas con tintes naturales, equipos de máximo ahorro y eficiencia energética, etc.
Apuesta por la tierra y la sostenibilidad
Las instalaciones y las hectáreas con las que cuenta Bodegas Familiares Matarromera en las denominaciones de origen Toro, Ribera del Duero y Rueda inscritas en Régimen de Agricultura Ecológica, permiten la elaboración de este tipo de vino que responde a una nueva demanda de mercado, de un tipo de consumidor concienciado con el respeto medioambiental y la sostenibilidad. La mayor demanda de estos productos se concentra en EEUU. En menor medida, Países Bajos, Filipinas o Ecuador.
Desde su nacimiento, Bodegas Familiares Matarromera ha apostado por la tierra y la sostenibilidad construyendo instalaciones eco-eficientes, usando energías limpias y renovables, poniendo en marcha proyectos de investigación que permiten elaborar productos cada día más naturales y más respetuosos con el medio ambiente.
Su política de sostenibilidad, que se recoge en el programa “Matarromera Sostenible en Planeta Tierra”, nació en el año 2005 con el objetivo de proteger el entorno y el medio rural avanzando en su compromiso con la sostenibilidad, el medio ambiente y el cambio climático.
Fue un proyecto pionero en el establecimiento de líneas de actuación concretas y completas englobadas en un plan de acción sostenible, galardonado en 2014 con el Premio Europeo de Medio Ambiente, y mediante el cual la entidad bodeguera consiguió, entre otros hitos, ser la primera empresa española con certificación AENOR por medir su huella de carbono en la elaboración de tres de sus vinos.