Este tempranillo, emblema del carácter innovador y la creatividad de José Moro, transmite en cada copa pasión, experiencia de toda una vida y mucho amor por la tierra. Malabrigo es una de las joyas de Bodegas Cepa 21 y una de sus referencias más emblemáticas.

Malabrigo 2018 es un monovarietal de tinto fino (tempranillo), de producción muy limitada, cuya cuidada elaboración es abordada por Bodegas Cepa 21 únicamente los años en los que la calidad de las uvas es especialmente destacable. Un tinto que procede del pago del mismo nombre, uno de los más apreciados por sus características singulares, ya que presenta un suelo areno-arcilloso y unas duras condiciones climatológicas, que permiten maduraciones prolongadas y aportan cuerpo, finura y carácter al vino. 

Malabrigo es el primer vino top de Bodegas Cepa 21 y representa la dureza del Terroir de la Ribera del Duero. Estamos ante un vino redondo, especial y lleno de matices que ofrece un perfecto equilibrio entre fruta y madera y entre potencia, calidez y elegancia.

Este tempranillo se presenta con un color rojo cereza cubierto con ribetes rubí. En nariz es intenso y complejo con una base de frutos negros maduros típicos de la variedad y sutiles notas de barrica procedentes del envejecimiento que aportan riqueza al conjunto. En la boca es rotundo pero amable, de gran volumen, con un tanino muy maduro y postgusto largo y persistente.

Un vino para conquistar el mundo

Malabrigo, sigue acaparando premios y buenas críticas. El más relevante ha sido la Medalla de Plata de los Decanter World Wine Awards 2022, que otorgó 94 puntos a la añada 2018 de este vino. Además, Malabrigo 2018 ha recibido 93 puntos en las Wine Ratings de James Suckling, crítico de vinos estadounidense, uno de los más influyentes del mundo del vino.

Así, en sus JS Wine Ratings no solo ha concedido a Malabrigo 93 puntos, sino que además, ha valorado la calidad de Cepa 21, el alma máter de la bodega, y de Horcajo con 91 y 93 puntos respectivamente.

En palabras de José Moro, presidente de Cepa 21, «Siempre he creído que lo más importante a la hora de elaborar un vino es, apostando en todo momento por la máxima calidad, ser fiel a tus valores y saber adaptarte al gusto del consumidor. Creo que esta es la combinación perfecta para que los vinos conquisten el mundo.»