Martínez Corta, parte del Grupo Bornos Bodegas & Viñedos, renueva su imagen y gama de vinos en homenaje a su origen familiar que se remonta a cuatro generaciones de viticultores de apellido Martínez y de apodo ‘Corta’ y también antiguo oficio de la familia, el de carniceros, “cortadores”. La nueva identidad, reflejada en las etiquetas, encierra la historia y la tradición de la familia riojana, sin renunciar a la elegancia clásica de los vinos de Rioja.
Con el objetivo de transmitir de una forma más personal los valores de marca y su origen, Martínez Corta, perteneciente al Grupo Bornos Bodegas & Viñedos, renueva la imagen de la bodega y su gama de vinos. Además se pone en valor el origen y relato que se esconde detrás de cuatro generaciones de viticultores de apellido Martínez y de apodo ‘Corta’.
Desde la bodega explican que “el nuevo diseño hace referencia al origen familiar, al antiguo oficio de la familia, el de expertos carniceros, cortadores, como se decía hace un siglo”.
Esta renovación es un homenaje a los orígenes de la marca, que se remontan al siglo XIX cuando Catalina Martínez, su precursora, dejó su pueblo en la sierra y bajó al valle para abrir una carnicería en Uruñuela, entre viñas, en el corazón de lo que actualmente es La Rioja Alta. Un espíritu emprendedor que posteriormente les llevó a plantar sus primeras viñas y, generaciones después, a elaborar su propio vino. Hasta que finalmente la familia se dedicó en cuerpo y alma a la viña y el vino.
Así, las nuevas etiquetas de Martínez Corta encierran todo el saber ancestral de la familia riojana, vinculado a los rebaños, a la pradera y a sus raíces más profundas. Se trata de una nueva identidad, genuina y personal, con el toque original y diferenciador derivado de la particular historia de la familia. pero que no renuncia al clasicismo y a la elegancia propia de los vinos de Rioja.
Martínez Corta Crianza
La nueva imagen de su crianza acompaña esta renovación. Este vino, envejecido durante doce meses en barricas de roble francés y americano, es el mejor embajador de este nuevo diseño, que refleja la tradición cortadora de los Martínez Corta, remitiendo a aquellos tiempos en los que tenían que desplazarse en motocicleta para llevar corderos por todos los rincones de las tierras riojanas.
De color rojo picota con ribete granate y aromas intensos de fruta roja y negra, con notas florales y especiadas, este vino se presenta como un fiel reflejo del carácter dinámico y vivaz de la familia: sabroso, fresco, equilibrado, potente y estructurado.
Martínez Corta Reserva: el nuevo lanzamiento
Martínez Corta Reserva, el nuevo lanzamiento de la Bodega, rinde homenaje en su etiqueta a la travesura de los pequeños Corta cuando asustaron a unos patos, hecho que marcó el apodo familiar durante generaciones. Un vino criado durante dieciséis meses en barricas de roble francés.
De color rojo picota con capa alta, en nariz destacan sus notas de fruta negra madura, toques de pimienta negra, vainilla, café y matices mentolados. Como resultado, un vino sabroso, denso, amplio, equilibrado y potente.
Viñedos centenarios y cepas más jóvenes, entre los ríos Ebro y Najerilla
Martínez Corta cuenta con una gama de vinos enraizados en la tradición, pero con un marcado carácter contemporáneo, gracias a la intervención de innovadoras técnicas de elaboración, así como a la combinación de viñedos centenarios y cepas más jóvenes, que dotan al vino de complejidad y rasgos propios.
En total, ochenta hectáreas ubicadas en una zona excepcional, entre los ríos Ebro y Najerilla, donde la humedad ambiente y las características del terreno crean unas situaciones climáticas muy particulares, mezcla de inviernos suaves y veranos cálidos y secos, con fuertes oscilaciones térmicas entre el día y la noche en la época de maduración.
En esta zona el suelo es calcáreo y arcilloso, pobre y muy sano, lo que resulta ideal para el cultivo de la vid, asegurando cosechas de baja productividad y alta calidad. Además, la orientación sur de los viñedos garantiza el máximo aprovechamiento de la luminosidad.
Así esta bodega pertenece a la zona Rioja Alta, que se beneficia de la confluencia de dos climas tan opuestos como el atlántico y el mediterráneo. Todo lo anterior unido a la equilibrada pluviometría, da como resultado unas condiciones climáticas que favorecen el buen desarrollo de la vid.