Masaveu Bodegas ha invertido en los últimos cinco años el 20% de su facturación en la renovación de la maquinaria, la compra de barricas y la adquisición de fincas, mostrándose optimista de cara a 2022 y esperando la consolidación de su recuperación.
Tras el descenso en la facturación en 2020 por la pandemia, Masaveu Bodegas ha aumentado su facturación en 2021 un 35%. Además, la compañía ha invertido en los cinco últimos años el 20% de sus ingresos en la renovación de la maquinaria, la compra de barricas y la adquisición de fincas, respondiendo al objetivo empresarial de mejorar la calidad de sus vinos y atender a los mercados nacionales e internacionales.
Pese a que el mercado español concentra el 53% de sus ventas, la compañía trabaja de forma sostenida en sus ventas de exportación, que suponen ya el 47% de su facturación, estando presente en 40 países. De ese 53%, el 60% corresponde a hostelería y restauración, el 15% a grandes superficies, y el 25% a e-commerce, empresas, club de vinos, etc.
Las bodegas del grupo que más facturan son Murua (DOCa. Rioja) y Fillaboa (DO. Rías Baixas) con un 33 y un 31% respectivamente, pero las que más porcentaje de crecimiento obtuvieron en 2021 con respecto al anterior fueron Leda (Vino de la Tierra de Castilla y León) y Pagos de Araiz (DO. Navarra), con un 71% y un 66%, respectivamente.
En palabras de José Masaveu, director del grupo bodeguero, “en 2021 los canales de venta que han experimentado mayor crecimiento en el mercado español han sido los clubs de vinos y tiendas especializadas y el canal horeca, con un 155% y un 124% de incremento respectivamente”. También añade que están “completamente volcados en continuar mejorando la excelencia y calidad enológica de nuestras cinco bodegas, creando vinos bajo una filosofía de trabajo artesanal que incorpora varios ingredientes básicos: excelente terroir, viñedo propio, apuesta por la agricultura ecológica y un equipo humano de primer nivel”.
Durante 2021 la compañía ha aumentado un 35% las visitas a las webs y tiendas de vinos, “fruto del esfuerzo en el canal digital realizado en los últimos tres años”, apunta Masaveu, aunque matiza que el “canal de distribución continúa suponiendo el mayor porcentaje de ventas, con el 52% del total en España”.
Las bases de Masaveu y sus cinco bodegas
Masaveu Bodegas ha conseguido llegar a ser una empresa sólida que une un conocimiento vitivinícola demostrado y modernidad en la gestión y que ha apostado por expandirse en distintas zonas españolas de referencia con elaboraciones limitadas, excelentes y sostenibles, y con una estrategia de internacionalización creciente. La compañía apuesta por un continuo crecimiento basándose en la diferenciación de sus marcas y bodegas, la apertura de nuevos mercados y la diversificación en la distribución de sus productos.
De esta forma, el grupo bodeguero considera que se ha convertido en un referente de calidad del sector bodeguero con cinco bodegas renombradas distribuidas por diferentes indicaciones geográficas de España. En concreto, la producción actual de las cinco bodegas alcanza el millón de botellas, poseen 400 hectáreas de viñedo propio y están presentes en 40 países. Entre ellos, destacan los mercados europeos de Suiza, Alemania, Holanda, Reino Unido y Luxemburgo; en América hay que reseñar Estados Unidos, Colombia y México; y en Asia, China y Japón.
La familia Masaveu comenzó a invertir en el sector vitivinícola en el año 1974, cuando adquirió Bodega Murua, pero las plantaciones de viñedo de la familia datan de mediados del siglo XIX, concretamente en Castellar del Vallés de donde es originaria la familia y donde Federico Masaveu Rivell inició los pasos que un siglo más tarde continuarían sus descendientes.
Desde ese momento, el grupo bodeguero indica que ha ido creciendo «con una firme apuesta por la calidad» en la elaboración de sus vinos en diferentes DO´s «y por la filosofía ecológica« que demuestran «y el máximo respeto a la tierra, en las que posee sus propias plantaciones de viñedos, gracias a las cuales logran transmitir, en cada botella, la personalidad única de cada terroir». De esta forma, se unen en un denominador común todos y cada uno de los proyectos de Masaveu Bodegas en diferentes partes y regiones del país: Murua (DOCa. Rioja), Fillaboa (DO. Rías Baixas), Pagos de Araiz (DO. Navarra), Leda (Vino de la Tierra de Castilla y León) y Valverán (Asturias).
Además, el sello de la empresa parte «del concepto artístico del vino al entender que el logro de un vino excepcional es como una obra maestra que se apoya en dos elementos básicos, la materia prima (tierra y uva) y el trabajo enológico».
Para José Masaveu es esencial el concepto enológico y los principios que determinan la dirección del grupo: “no queremos ser un grupo bodeguero más; tenemos un valor diferencial y lo estamos haciendo llegar al consumidor final. Nuestra visión parte del respeto máximo a la tierra, a la viña y a la materia prima, para extraer de todo ello la mejor expresión creativa posible, con las características propias de cada zona”.