La campaña vitivinícola 2017/2018 se cierra con una producción corta que se sitúa en los 32,48 millones de hectolitros, un 18,8% menos que en la anterior campaña, según se desvela del Informe publicado por la Interprofesional del Vino de España. El dato positivo lo muestran las salidas netas de vino al mercado interior que supusieron 10,4 millones de hl, un incremento del 1,5%. También se da un aumento de las exportaciones españolas de vino en valor (+7,2%) pero con caída en volumen (-6%).
El informe sobre la campaña 2017/2018 que publica la Interprofesional del Vino de España (OIVE) y está elaborado por el Observatorio Español del Mercado del Vino (OeMv) en base a los datos del INFOVI, desvela que la producción de uva fue un 21,7% menos que en la pasada campaña, con 4.709,3 millones de kilos. Además la producción corta se sitúa en los 32,48 millones de hectolitros (-18,8%), incluyendo los productores de menos de 1.000 hl. La producción estuvo repartida prácticamente al 50% entre vinos tintos y rosados (50,8% del total) y vinos blancos (49,2% del total). Con respecto a la campaña anterior, cayó más la producción de vinos tintos y rosados (-21,2%) que la de los blancos (-15,6%).
Por tipos de producto, de los 32,48 millones de hl producidos, 13 millones correspondieron a vinos con DOP, 6,2 millones, a vinos con indicación de variedad, 3,5 millones a vinos con IGP y 9,7 millones, a vinos sin ninguna indicación, que son los que más reducen su producción respecto a la campaña anterior (-27%). Las cifras referidas a vinos con alguna figura de calidad geográfica confirman una tendencia alcista ya comprobada en la campaña anterior.
Las existencias caen un 10,6%
Menor producción y también menores existencias finales, que se sitúan al cierre de la campaña en los 30,1 millones de hl., 3,6 millones de hl menos, frente a los 33,7 millones de la campaña anterior (-10%). De esos 30,1 millones, 29,2 corresponden a vino y 0,9 millones, a mosto sin concentrar.
Si comparamos las existencias finales incluyendo las existencias de los productores de menos de 1.000 hl, con el mismo dato de la campaña anterior y por CC.AA.: Castilla-La Mancha es la que comunidad que más reduce sus existencias (-1,5 millones de hl), seguida de Castilla y León (-0,7 millones), La Rioja (-0,3 millones) y Extremadura (-0,2 millones). Solo Andalucía (+2,1%) e Islas Canarias (+7,4%) aumentan sus existencias finales.
La principal consecuencia es la caída de las salidas nacionales a destilación (-54,4% en la campaña), mientras que las salidas a vinagrería crecieron un ligero 0,3%. El total registrado como envíos a destilación y vinagrería supone un total de 1.143.742 hl, de los que 854.623 van a destilación (en su mayoría vino blanco) y 289.119 a la elaboración de vinagre (también mayoritariamente vino blanco).
Entradas y salidas naciones ligeramente inferiores
Las salidas netas de vino al mercado interior, distintas a destilería y vinagrería, supusieron 10,4 millones de hl. un 1,5% más que en la campaña precedente. Se inició la campaña con una tendencia alcista en el mercado interior, que a partir de abril ha comenzado a descender, dentro de un contexto de bajada global del consumo en España.
Tanto las entradas como las salidas han sido de media, a lo largo de esta campaña, ligeramente inferiores a las registradas en la campaña anterior. En el mes de julio, las entradas fueron de 1.764.477 hl (-23,3%) y las salidas, de 2.686.308 hl (-19,2%). La diferencia entre entradas y salidas nacionales en las bodegas en el mes de julio arroja un saldo de salidas netas de 0,9 millones de hl, un -9,9% inferior al mismo dato del mes de julio de 2017, lo que parece indicio de la ralentización del consumo nacional.
Aumentan las compras de granel y las importaciones
Crecieron las importaciones españolas de vino sobre todo en volumen por el aumento de las compras de granel. España importó 0,73 millones de hl de vino y gastó 194 millones de euros, con un precio medio de 2,65 €/litro. Con respecto a la campaña anterior se registra un aumento notable en volumen del +43,6% y del +7,3% en el gasto, con caída del precio medio del -25,3% por tratarse este año de importaciones algo diferentes de las tradicionales.
Esta evolución, con mayor aumento del volumen que del valor y caída del precio medio se explica por el aumento de las compras españolas de vino a granel (+119,7% en volumen o 0,2 millones de hl más), con precios medios más económicos, mientras que caen las compras de vinos con DOP y de espumosos, con mayor valor añadido.
A pesar del aumento de las importaciones españolas de vino, el saldo comercial sigue siendo netamente favorable para el vino español, alcanzando los 20,4 millones de hl y los 2.746,5 millones de euros, que suponen una notable contribución del sector a la balanza comercial nacional.
Menor exportación pero mayor facturación
Respecto a las exportaciones españolas de vino en valor (+7,2%) se muestra un incremento pero con caída en volumen (-6%), al aumentar el precio medio un 14%. Se situaron en los 21,1 millones de hl. de vino a un precio medio de 1,39 €/litro. En volumen cayeron, y de forma similar, las ventas tanto de los envasados (-6%) como de los graneles (-5,9%), aunque en valor crecieron en mucha mayor medida los ingresos por exportación de graneles (+25,3% o 134,9 millones de euros más) que los de los envasados (+2,8% o casi 62 millones de euros más), mostrándose aquellos como los grandes beneficiados en la campaña.
Ante una cosecha con poca disponibilidad de vino era previsible que se redujera el volumen exportado, aunque la mejor marcha de los graneles en valor muestra cómo han sido estos y no los envasados, los que han aprovechado esta situación. Hay que destacar la buena marcha de las exportaciones de mostos, que crecen en este periodo un 19,2% en volumen y un 37% en valor.