Durango Ardo Saltsan se ha celebrado el pasado 10 de marzo en Durango (Bizkaia) y ha dejado testimonio de la amplia oferta de las bodegas presentes. Algunos de los productos más destacados: los vinos submarinos de Crusoe Treasure, los blancos de Labastida, un proyecto de microviñas, cavas de factura impecable, vinos de Jerez sabrosos y novedosos… Todo eso y mucho más al alcance del público, en una feria que en términos de asistencia ha sido todo un éxito.
Durango Ardo Saltsan ha llegado a su XI Edición, esta feria del vino y delicatessen goza de gran aceptación entre expositores y público asistente, en total 1200 personas visitaron el evento. Se dirige a quienes estén interesados en acudir y por el precio de la entrada (este año costaba 17 euros) era posible probar cómodamente los vinos de las bodegas y distribuidores y participar en las catas guiadas y las ponencias sobre vinos que formaban parte del programa de actividades.
En esta ocasión ha habido bastantes puntos de interés, como la presentación del proyecto de vinos submarinos de Crusoe Treasure, la cata de vinos blancos de Labastida, el desarrollo de microviñas de Celler de la Muntanya, los cavas de factura impecable de Agustí Torelló Mata, los vinos de Jerez sabrosos (y lo último) de la bodega Ximénez Spínola… Todo muy interesante en un ambiente que fomenta la cultura del vino y la venta directa a los visitantes, ya que hay tienda para comprar en la misma feria. Este año otra de las novedades ha sido el portacopas (en la foto superior), de la conocida firma de accesorios y artículos para el servicio de vino Koala, tanto la copa como el portacopas, estaban incluidos con la entrada y permitían llevar el vino de forma cómoda.
Vinos blancos de Agrícola de Labastida
Presentó sus vinos blancos de diferentes tipos bien por sus variedades, bien por el suelo del viñedo. Los vinos catados fueron los siguientes:
- Tierra, de Bodegas Tierra, se fermenta en Barrica 2017 (Viura 70%, Garnacha Blanca 20%, Malvasía 10%), un vino goloso, un blanco diferente, estructurado y una gran mineralización, con finos tostados y un final de frutas tropicales.
- La Abuela Visi 2015 (Moscatel 40%, Malvasía 30%, Viura 30%): Del Barranco del Oso procede este coupage de uvas que proceden de un viñedo plantado en 1920, cuyo objetivo es homenajear a la madre de los viticultores, la abuela Visi.
- La Greña 2014 (100% Malvasía), las uvas tiene su origen en Pago de Cuba Negra plantado en 1910, se fermenta en foudre de 750l usado de roble austriaco y tiene una crianza de 12 meses, 6 de ellos sobre lías.
- Tierra Fidel Blanco 2013 (20% Garnacha Blanca, 20% Viura, 20% Malvasía, 40% otras variedades). En este caso el viñedo es Revilla plantado en 1925, para su elaboración las uvas e maceran durante 24 horas, acto seguido se prensan y fermentan en foudre de 750L roble austriaco con crianza de nueve meses en él, y cinco de ellos sobre sus lías. Se realizan bâtonages diarios que dan forma y estructura a este vino complejo y con infinidad de registros.
- Cifras Blanco 2014 (100% Garnacha Blanca). Tiene una crianza sobre lías en barricas de roble francés de dos vinos.
Los vinos submarinos de Crusoe Treasure
Crusoe Treasure hizo en Durango Ardo Saltsan la presentación de este original proyecto de bodega submarina. Por supuesto los vinos se hacen entierra pero luego pasan a una crianza en el mar, donde indican que mínimo tiene una crianza entre 8 y 9 meses. ¿Y qué le aporta el mar al vino? La respuesta desde los que gestionan el proyecto es clara: «el vino cambia, cuanto menos hecho esté, más cambia, un vino de 14 o 15 grados para arriba, deja un vino completamente diferentes y sobre todo en blancos y en espumosos». Un detalle curioso: «un cava normal, lo transforma en un cava de los buenos, solo el mar».
Estos vinos submarinos se crían en Bizkaia, en concreto en la Bahía de Plentzia, a merced de la energía de las olas y las corrientes de este lugar, donde el mar Cantábrico da lo mejor de sí mismo a estos productos. Desde esta bodega indican que «la temperatura y oscuridad constantes en un ambiente de ingravidez debido a la profundidad hacen de nuestros tesoros un homenaje a los náufragos, aventureros que surcaron los mares en la figura del legendario personaje Crusoe y a sus afortunados poseedores». De Crusoe Treasure contaremos más en Tecnovino próximamente.
Celler La Muntanya y sus “Microviñas”
Celler La Muntanya dio a conocer las microviñas. Sobre su bodega destacaba en Durango Ardo Saltsan que están en una zona difícil de reconocer como Alicante, porque se conoce sobre todo la costa, «pero muy pocas personas conocen lo que hay en el interior, a 20 kilómetros de la costa hay un paisaje más parecido a Navarra y no es todo lo seco que se suele esperar de esta provincia». Para definir este lugar que estaba abandonado tienen tres palabras «muy especiales que son: ecosistema, empresa, rural… Los vinos se producen en el mundo rural y posiblemente las cosas más importantes de la vida se desarrollan en el mundo rural, es en las ciudades donde se consiguen pocos aspectos de eso que se llama ecosistema de la vida del ser humano. En El Celler La Muntanya estamos desarrollando el ecosistema empresarial rural».
Para esta bodega todo comienza en el territorio, se inicia en los microviñedos. Trabaja con más de 25 minifundios con uvas tradicionales, de edades entre los 5 y los 80 años y con una altitud media de 550 metros. Los suelos son distintos, aunque predominan el arcillo arenoso o el arenoso calcáreo. Cada microviña se gestiona de manera independiente, de forma manual y con profundo respeto al ecosistema. En el Celler cada microviña se vinifica por separado con útiles proporcionales a sus tamaños. Además se fermenta con las levaduras propias de la uva y se procura la mínima intervención preservando la máxima naturalidad. Sobre las técnicas de vinificación indican que se aplican con respeto para un tratamiento más suave del vino. El envejecimiento se realiza en tinas y barricas de roble francés de diferente volúmenes y edades.
Los cavas de Agustí Torelló Mata
Agustí Torelló Mata habló de las variedades que se emplean en su cavas que proceden de viñas del Penedés, son respetuosos con su tierra y con las variedades autóctonas, con el suelo y el clima, con el proceso y la tradición.
Los cavas que se trataron:
- Brut Nature Gran Reserva 2011
- Rosat Trepat 2015
- Gran Reserva Brut Nature Barrica 2012
Sobre la variedad parellada dijo que da buena acidez y buen PH y en cuanto al xarel·lo indicó que proporciona buen cuerpo. Sobre uno de sus cavas, el Gran Reserva Brut Nature Barrica 2012, hecho 100% con macabeu manifestaba a la audiencia «¿y me preguntaréis si está hecho solamente con macabeu 100% dónde está la acidez de la parellada y el buen cuerpo del xarel·lo?» Y daba la respuesta: «muy fácil, un enólogo diría que hemos cogido uva de viñas totalmente diferentes, una de viñas muy verdes, muy ricas en ácido málico y la otra la hemos dejado sobremadurar, se ha evaporado gran cantidad de agua y ha quedado como una pasa la uva, así tiene más cantidad de azúcar y se ha fermentado de forma totalmente independiente parte en acero y otra en barricas francesas de fudre de 500 litros sin tostar. Están tostadas al vapor, para que al estar en contacto con el mosto o vino no tenga estos toques de chocolate, de tostado tan fuerte, ya que además el gas carbónico es un potenciador de buenos aromas. En este aspecto el 30% lo hemos fermentado con un batonage, un removido de las madres, de las levaduras y el 70% en inoxidable y cuando tenemos todo, lo mezclamos, ponemos levadura, clarificante, azúcar dentro de la botella y le hacemos fermentar y así elaboramos un Gran Reserva Brut Nature, no hacemos absolutamente nada». Añadió que este cava es «muy largo en boca y es una obra de arte, un producto excepcional».
En esta misma cata además de conocer los cavas de la firma los asistentes aprendieron a abrir una botella de cava: con un simple giro en la base y siempre sosteniendo el corcho, sale fácil y sin esfuerzo. Y dentro de esta charla didáctica sobre el cava, dio a conocer la importancia de la fecha de degüelle, como muestra de la frescura del producto y como forma de da más información al consumidor a través de la etiqueta.
Uno de los cavas emblemáticos de esta bodega es el Kripta que procede de los mejores viñedos viejos del Penedés, un cupage excepcional de las mejores parcelas de macabeo, xarel·lo y parellada. Se caracteriza por una larga crianza con tapón de corcho de 5 años como mínimo y por su botella que recuerda a un ánfora romana y su etiqueta obra del artista Rafael Bartolozzi.
Otra de las curiosidades de esta bodega de cava es la creación del primer cava que se come junto con el afamado restaurante gerundense El Celler de Can Roca.
Ximénez Spínola, una cata sobre el dilema entre fruta y roble
La bodega jerezana Ximénez Spínola llevó dos vinos a la cata de Durango Ardo Saltsan, un “Cosecha”, su nuevo vino late harvest o de vendimia tardía, “Ximénez Spínola Cosecha 2017” y otro de quince años de crianza. José Antonio Zarzana, al frente de la firma, señaló que su intención era hacer una cata «muy comparativa y evocadora de lo que empieza a ser la guerra de los vinos, la eterna lucha entre fruta o roble y roble o fruta y las dificultades que tenemos los bodegueros muchas veces para encontrar ese equilibrio». Por eso explicaba que se iban a catar vinos que están en polos opuestos: «uno con una cantidad de roble brutal aunque muy equilibrado y otro con solamente 60 días de roble, pero con una fruta que ni nosotros mismos nos esperábamos que iba a tener».
Uno el de cosecha, aún no estaba en el mercado, era presentado y catado en primicia en Durango. El otro es un vino al que lo han calificado como mejor sherry en su categoría, han sido los norteamericanos de la plataforma Vivino, que es un app que permite escanear vinos e incluye reseñas y compara valoraciones, han sido sus usuarios los que le han otorgado este reconocimiento.
Habló sobre «qué aporta el roble al vino, cómo puede hacer un roble que el aroma de un vino sea tan extremadamente potente, como lo que se va a catar ahora. Este vino nace de un mosto que se ha oxidado y mínimo ha estado quince años en madera, en nariz la presencia de roble es tan notable, pero en boca son 17 grados, naturales, fermentativos, no de alcohol añadido como pasa a veces». De ese vino matizaba que para que tenga esos grados se partía de un mosto que inicialmente era bastante dulce y tenía muchísimas notas de pera, de ciruela…. De este producto resaltaba que el roble lo ha marcado tanto que «hoy es muy es difícil encontrar notas gustativas y olfativas que no sean terciarias, casi todo es madera, la madera ha destrozado la fruta, se la ha llevado, aunque luego nos ha dejado unos matices maravillosos, no está reñido lo uno con lo otro, se pueden tener ambas cosas». Y este producto le servía para introducir el siguiente, la novedad: «este año intentando respetar la fruta hemos hecho un vino de fermentación en barrica, un vino dulce, un Pedro Ximenez, en barrica de roble francés, que es una madera muy equilibrada y que no abunda en la vainilla que el roble americano suele aportar a los vinos y que incide mucho en sabores ,que si es de pasas el vino ya por sí trae «. Este cambio «ha dado unos sabores de manzana, de pera, de un montón de matices que no sabíamos que la Pedro Ximenez podía dar».
Es un vino de 13 grados de fermentación natural, «pero con unos aromas que jamás habíamos visto en la uva Pedro Ximenez, por lo menos nosotros, que llevamos desde 1729 haciendo esta variedad». Hay similitudes en color en ambos vinos, pero indican que porque uno viene de pasas, «el susto o la alegría es que el roble francés le ha dado unos matices a la pasa que no tenía en roble americano». Destacaba que los catadores se fijaran en el aroma «a medio camino entre cítrico, pera, manzana, algo verde…» y añadía: «jamás habíamos fermentado en roble francés un vino dulce». Y este mosto no era muy distinto del usado para el anterior de más crianza, las diferencias: en uno se ha usado roble americano y en el otro francés, uno ha estado 60 días en barrica, otro 15 años». Y comparaba: «si volvemos al otro casi no notamos más que ese sabor persistente de almendras, de frutos secos, lo que todo el mundo conoce como características propias del roble».
Así Zarzana quería demostrar que «el resultado es este vino que no se parece en nada a lo que hemos hecho hasta ahora, pensamos que es por las proteínas propias del vino, pero sin duda parte de los componentes de la madera del roble francés ha actuado en la fermentación, dando unos aromas que no son los habituales, resultan originales». El público compartió sus impresiones, el aroma a manzana y pera, incluso melocotón.
Por último finalizó su intervención con estas palabras: «No necesariamente en el mundo del vino tenemos que estar en la lucha de madera contra fruta y al revés, fruta contra madera. Podemos hacer vinos con libertad, con imaginación, en lugar de estar encorsetados«.
Más bodegas expositoras en Durango Ardo Saltsan 2018
Todo lo que hasta el momento hemos mencionado se refiere a presentaciones y catas dentro de Durango Ardo Saltsan, pero una parte muy importante de este evento es la participación de las bodegas y otras empresas de productos delicatessen que el público puede degustar. Esta es la lista de bodegas y distribuidores presentes:
- Bodegas Itsasmendi
- Solabal
- Del Monge Garbati (Viña Ane)
- Alfredo Maestro Tejero
- Vintae
- Iñurrieta
- Agustí Torelló Mata
- Aleph Winery
- Adhoctempus
- Tierra Murillo
- Recaredo
- Bohigas
- Launa
- Comercial Mugarra
- Exclusivas Gernika
- Mas Garcia Muret
- Ximénez-Spínola
- Bodega Lapazaran
- Vilaviniteca (Negociants)
- Fermí Bohigas
- Valenciso
- Unión Cosecheros de Labastida
- Escuvin
- Murillo Viteri
- Celler La Muntanya
- Bodegas Vegamar
- Berrueco
- Magalarte Lezama
- Luis Alegre
- Cavas de Pyrene
- On Egin – Vinos Singulares
- Hermanos Frías del Val
- Bodegas López Oria
- Bodegas San Alejandro
- Bodegas Moralia
- Bodegas Roda
- Vinos Norzagarai
- Bodegas Berrueco
El año que viene habrá otra nueva edición de Durango Ardo Saltsan, de la que esperamos informar de nuevo y que incluiremos en nuestra agenda de eventos. ¡Nos vemos en Durango!