El Instituto Vasco de Investigación y Desarrollo Agrario, Neiker-Tecnalia, ha llevado a cabo el desarrollo un nuevo método de detección temprana de las enfermedades mildiu, oidio y botritis, habituales en las vides. Esta nueva metodología permite detectar la enfermedad antes de que aparezcan los síntomas en la planta y se basa en técnicas de biología molecular. Así se pueden tratar de rápidamente las parcelas o áreas afectadas y evitar que la patología se propague en el conjunto del viñedo, con lo que se logra disminuir la presión infectiva.
Además el centro tecnológico ha estudiado la evolución de la infección del patógeno Plasmopara viticola –causante del mildiu- sobre cuatro variedades de vid: Solaris, Cabernet Sauvignon, Tempranillo y Petit Courbu y la especie con una mayor resistencia al hongo resultó ser Solaris.
Detección temprana de las patologías
Para el sector agrícola es de vital importancia la detección temprana de las patologías. En el ámbito de la viticultura existen tres enfermedades causadas por hongos que afectan enormemente a los viñedos: el mildiu, el oidio de la vid y la botritis, también conocida como moho gris o podredumbre gris y que afecta también a otros cultivos frutícolas. Los hongos que las provocan son, respectivamente, Plasmopara viticola, Erysiphe necator y Botrytis cinerea. Las tres disminuyen el rendimiento del cultivo y la calidad de la fruta, lo que supone grandes pérdidas de producción y económicas para el sector vitivinícola. A lo que hay que sumar los riesgos derivados de las intensas aplicaciones de fitosanitarios para combatir estas enfermedades, ya que contaminan del suelo y agua de los viñedos, además de suponer un riesgo para las personas que llevan a cabo la fumigación.
En el caso de la detección rápida de las tres enfermedades mencionadas, Neiker-Tecnalia ha puesto a punto una técnica de biología molecular basada en la Reacción en Cadena de la Polimerasa o PCR, método capaz de identificar el material genético de las esporas de interés, para confirmar o no su presencia en el viñedo. Este desarrollo supone una alternativa al método basado en la identificación al microscopio de las esporas recogidas en el viñedo mediante capturadores de aire, bien volumétricos o pasivos, y que en cualquier caso se adelanta hasta varios días a la aparición de síntomas en planta, momento en que el ojo humano es capaz de detectar la patología. El problema al que se enfrenta esta metodología es la contaminación de las muestras de esporas con restos de fungicidas, polvo de suelo, polen y otras materias. Estos elementos son potenciales inhibidores de la reacción de la polimerasa y por tanto impedir la identificación de las esporas.
La técnica de PCR propuesta por Neiker incluye el lavado de las esporas y que estas lleguen limpias al proceso de obtención de ADN. Una vez eliminados los posibles inhibidores, los investigadores del centro tecnológico someten las muestras a la técnica de PCR para identificar la presencia de esporas de Plasmopara viticola, Erysiphe necator y Botrytis cinerea, y de esta manera constatar cada enfermedad en el viñedo.
Solaris, la variedad más resistente al mildiu
Otra línea de investigación de Neiker-Tecnalia ha consistido en el estudio del grado de resistencia al mildiu –enfermedad causada por el hongo Plasmopara viticola- que presentan las variedades de uva Solaris, Cabernet Sauvignon, Tempranillo y Petit Courbu. La variedad Solaris, de origen alemán, ha resultado ser la más resistente, ya que cuenta con un gen de resistencia a este hongo y es la que desarrolla de una forma más lenta el proceso infectivo de la enfermedad. Cabernet Sauvignon –variedad muy extendida internacionalmente- presentó una resistencia intermedia y las menos resistentes al patógeno fueron Tempranillo –uva con presencia mayoritaria en la Denominación de Origen Calificada Rioja- y Petit Corbou –habitual del sur de Francia y de los viñedos de Txakoli-.