1423, el que en Bodegas Príncipe de Viana consideran su vino más emblemático, llega con nueva imagen «sin renunciar a sus orígenes ni a su carácter diferenciador» y que «muestra su alma más elegante y exclusiva». Es un vino con historia porque refleja el año (1423) en que Carlos IV recibe el título de ‘Príncipe de Viana’, que precisamente toma el nombre del primer Príncipe de Viana, título que desde sus orígenes en 1423 ha sido ostentado por los herederos del trono de Navarra, primero y España, después.
Bodegas Príncipe de Viana estrena nueva imagen en su vino más emblemático, 1423. Un vino considerado por la bodega como ‘La Joya de La Corona’, ya que, para su elaboración realiza una rigurosa y exclusiva selección de las uvas de sus mejores viñedos. Desde la firma lo consideran «la elegancia hecha vino».
Nueva imagen para el vino icónico de la bodega
El reto de la nueva estética de este 1423 reside en evolucionar su imagen manteniendo sus señas de identidad, su figura se ha estilizado y el nombre del vino 1423 se erige como protagonista indiscutible.
Líneas claras, limpias y elegantes para una joya a la vanguardia de los vinos nobles de Navarra, sin romper con su pasado, mirando al futuro con firmeza.
La historia tras 1423
Príncipe de Viana 1423 es el fiel reflejo del Rey al que alude, Carlos IV, a quién su abuelo Carlos III El Noble le concedió el título de ‘Príncipe de Viana’ en el año 1423. Carlos IV fue un rey diferente, un hombre de paz, culto, sensible, que se desmarcó de sus antecesores y destacó por el mecenazgo de la cultura y las artes.
Tempranillo y garnacha de un viñedo exclusivo
Príncipe de Viana 1423 es un vino elaborado con tempranillo y garnacha procedentes de 4 hectáreas de viñedo propio situado en el Valle del Ebro (municipios de Villafranca y Caparroso) a diferentes alturas (300 – 400 metros). Se realiza un manejo específico del viñedo para conseguir bajos rendimientos (4.000 kgs/Hc).
El cultivo de estas cepas requiere un tratamiento diferenciado, empleando especial cuidado y dedicación al “manejo en verde” (mayor desniete, desbrote), control exhaustivo del estrés hídrico y tratamientos fitosanitarios específicos. Para ello, emplean la viticultura de precisión, que mediante nuevas tecnologías les permite realizar un tratamiento individual y diferenciado (“a la carta”), optimizando así la calidad de la uva y minimizando el impacto medioambiental.
Desde Bodegas Príncipe de Viana hacen hincapié en que «gracias a los distintos proyectos de I+D+i que desarrollamos, somos capaces, a día de hoy, de potenciar al máximo en el viñedo los precursores aromáticos. Así, cuando ya tenemos los racimos maduros y listos para ser vendimiados en el momento óptimo, realizamos selección manual en el viñedo, de tal forma que sólo recolectamos aquellos que cumplen con los parámetros fijados previamente».
El suelo de donde procede la variedad garnacha es de tipo franco arenoso, de abundante canto rodado que aportan madurez y fruta fresca roja. En lo que se refiere al tempranillo se caracteriza por ser franco a franco arcilloso, con una elevada presencia de margas calizas y de buen drenaje. En la bodega destacan que esto contribuye a que tenga aromas de fruta roja y negra madura.
Vendimia manual en cajas de 15 kilos para proteger el fruto, semicongelación de las bayas, paso por mesas de selección y maceración en frío. La fermentación ser realiza con levaduras autóctonas previamente seleccionadas. Cuenta con crianza de 15 meses en barricas nuevas de roble francés. El resultado es un vino complejo, atractivo y sugerente, que descubre un amplio abanico de aromas perfectamente ensamblados. Cálido, intenso y largo.
Para la bodega supone «un pedacito de nuestro terruño más exclusivo para degustar con calma. Todo un abanico de matices en perfecto equilibrio para los paladares más exquisitos. Un vino pensado para marcar la diferencia«.
Nota de cata, maridaje y recomendaciones de servicio
El vino 1423 tiene un intenso color rojo cereza. Brillante y de capa alta. Resulta complejo, atractivo y sugerente en nariz. Muestra un amplio abanico de aromas, perfectamente ensamblados, descubriendo entre ellos, notas de frutos negros, cereza picota, nuez, café tostado. vainilla, canela y madera de cedro.
Su cálido paso por boca, vuelve a poner de manifiesto la intensidad de la fruta. Su gran concentración y finura, unido a sus taninos dulces, hacen que su final sea largo y amable, resultando en su conjunto un vino complejo, suave y elegante.
El vino 1423 es perfecto para acompañar asados de lechal, cocido y legumbres, migas de pastor, caza mayor, carnes rojas en general, quesos curados y semicurados, parrilladas o cochinillo.
En cuanto a la temperatura de servicio la bodega recomienda que sea a 18º y abrirlo y decantarlo con 20 minutos de antelación.
En la tienda online de la bodega se pueden encontrar todos sus vinos.