La historia de Viña Pomal y sus vinos está ligada a la de la centenaria Bodegas Bilbaínas. Su enólogo Alejandro López explica algunos de sus vinos, sus características y lo que priman y les diferencia a la hora de cuidar el viñedo y realizar las vinificaciones. Para López «es vital el trabajo que hacemos con nuestras plantas, nuestras cepas y con la tierra que llevamos trabajando desde los últimos 120 años». Pero eso no es lo único…
Bodegas Bilbaínas es la semilla de la que luego surgirá Viña Pomal, el nacimiento de la primera se remonta a 1859 y la segunda fue concebida por uno de los co-fundadores de Bodegas Bilbaínas, Santiago de Ugarte. La primera vez que en una etiqueta aparece Viña Pomal pertenece a un Reserva Especial de la cosecha 1904 (una añada verdaderamente excepcional). Partiendo de estos cimientos, el enólogo de Viña Pomal, Alejandro López García, destaca que «Bodegas Bilbaínas es una bodega centenaria que se puede resumir en cuatro palabras fundamentales: origen, tradición, compromiso y tierra».
En sus explicaciones relata como «vital el trabajo que hacemos con nuestras plantas, las cepas y con la tierra que llevamos trabajando desde los últimos 120 años. El fruto de este trabajo, de ese compromiso y de esta tierra son los vinos que realizamos». Y otro pilar importante además de los mencionados «es el trabajo que hacemos con las barricas en bodega donde criamos los vinos y el proceso de embotellado, pues también criamos los vinos en botella».
Uno de los datos curiosos que proporciona es que en las botellas de Viña Pomal aparece un número que es el 10, que representa el registro de embotellador de Bodegas Bilbaínas y Viña Pomal. «Somos la bodega más antigua embotellando vino ahora mismo en España».
El año clave de Bodegas Bilbaínas: 1859
«El origen de Bodegas Bilbaínas data de 1859», dice López, «cuando comerciantes y mercaderes de la zona de Burdeos se desplazan a Haro, concretamente al Barrio de la Estación, donde estamos situados, con la intención de comerciar con vino y de suplir las carencias de mercado que había en Francia con vinos de Rioja. Y es en 1901 cuando un grupo de empresarios de Bilbao compra esas pequeñas bodegas que hoy en día todavía son visitables y elaboramos vino en ellas y crea el proyecto Bodegas Bilbaínas«.
¿Qué caracteriza a los vinos de Viña Pomal? Ensamblajes y barricas sin perder de vista al viñedo
Hay múltiples factores que intervienen en la elaboración de vinos, así lo considera López, que se refiere a los ensamblajes como una de la características de los vinos de Rioja y de Viña Pomal, pero hay más: las barricas y sus tipos de madera y los volúmenes que puedan albergar, sin olvidar por supuesto el viñedo, la base fundamental para hacer los vinos.
«El arte de la enología es el del ensamblaje«, dice el enólogo de Viña Pomal, que detalla que significa decidir qué porcentajes de uva emplear en cada tipo de vino, «con las barricas con la elección de madera es lo mismo. Implica ir probando y cuando lo tienes, se elabora el vino». Se busca un el equilibrio, «como en una cocina y se va probando». Afirma que lo realmente complicado es repetir una añada, «el perfil tiene que ser muy similar, no puedes hacer un vino con altibajos y ahí es donde entra el ensamblaje».
En cuanto al terroir «que tanto se habla de él», para Alejandro López «es un ensamblaje entre la tierra, el clima, el mar y el trabajo de las personas, lo que no cambia es el trabajo de las personas ni el suelo, pero realmente lo que influye es el clima, que varía. Entonces a la hora de hacer un ensamblaje tienes que decidir cómo compensas el clima».
¿Y qué pesa más en los vinos de Viña Pomal? Responde claramente: «queremos que se muestre la fruta del viñedo que es lo que realmente nos caracteriza».
Un blanco y dos tintos de Viña Pomal contados por su enólogo
Viña Pomal Blanco
Este vino blanco fermentado en barrica de la añada 2016 es un ensamblaje entre dos variedades características de Rioja: la viura y la malvasía. El enólogo señala que la viura es «muy estructurada, tiene peso en boca y gran potencial de envejecimiento en barrica. La malvasía es una variedad muy fresca y ácida, aromática, es el contrapunto». Por eso añade que «en este ensamblaje lo que queremos es mostrar un vino con peso, con estructura, con volumen en boca y el aroma que le está aportando la variedad malvasía. En nariz se encuentran notas de flores blancas, algún tono amielado , a mieles, dulce, tiene un pequeño recuerdo de madera, esto es porque no fermentamos en barrica y permanece en ella durante cuatro meses envejeciendo antes de ser embotellado. Después tiene mucha fruta de hueso, como albaricoque, melocotón. Destacaría el toque anisado y cierto perfil mineral en nariz».
Sobre ese toque mineral «lo aporta el tipo de suelo donde estamos cultivando las variedades de uva, es un suelo arenoso, con una parte de arcilla y otra de cal, que hace resaltar, el aroma en nariz y el perfil mineral en boca. En boca tiene una entrada suave, aterciopelada, tiene un punto de acidez a mitad de boca que lo hace más fresco, con persistencia media, por esa acidez y frescura que está aportando la malvasía». En su opinión «son vinos muy gastronómicos que se pueden beber tanto por copas como encajar en cualquier momento de la comida, tanto para pescados como carnes».
En cuanto al trabajo más importante «que hacemos en los vinos, tanto en tintos como en blancos, es la acidez, el mejor conservante natural y el mejor envejecedor de un vino es la acidez«.
Viña Pomal Selección 500
Con una producción de 48.000 botellas «estamos utilizando un ensamblaje de variedades que es clásico de variedades de Rioja: una base de tempranillo, que es una variedad nativa y autóctona de nuestra zona, Rioja Alta, y un porcentaje de garnacha tinta (15%), que aporta también acidez, frescura y mucha finura en vinos».
¿Por qué se llama este vino Selección 500? «Si el envejecimiento habitual en Rioja es en barricas de 225 litros, resulta que le llamamos Selección 500 porque la garnacha por las características de la variedad que es suave, sutil, tiene cierta capacidad de envejecimiento y de reacción ante la oxidación, la estamos envejeciendo en barricas que llamamos bocoyes y son de 500 litros. Con estas barricas lo que hacemos es aumentar el volumen de vino con respecto al contacto con madera y el envejecimiento de la garnacha en la barrica es más lento, progresivo, lo que permite mantener la frescura, acidez y vivacidad de esta variedad que nos interesa en este blend que es lo que le aporta a la base. Y usamos roble americano en el caso de las barricas de 225 litros y de roble francés en el caso de las barricas de 500 litros».
Para Alejandro López » en nariz es un vino que aporta notas del tempranillo, que es muy característico por el regaliz, la fruta roja y diría que un descriptor clave de este tempranillo y de este vino son las violetas, las flores de violetas y la garnacha da la complejidad, aromas a frambuesa, fresa, a todo lo que puede ser frutos rojos. Es un vino que en boca tiene una entrada muy suave, un tanino muy mimado y aterciopelado, esa garnacha tiene una explosión, proporciona volumen en boca, una sensación de dulzor. En definitiva es un vino muy fino de Rioja, gastronómico, fácil de beber».
Así en este vino partiendo del ensamblaje tradicional de Rioja y del uso de los bocoyes, «hemos retornado a los orígenes de Bodegas Bilbaínas, donde el 100% de nuestros vinos se criaban en estos envases más grandes y posteriormente eran utilizados para el transporte por tren».
«Fundamentalmente se trata de un vino destinado a hostelería o de venta en tiendas especializadas», subraya.
Viña Pomal Reserva 106 Barricas
«Este nombre hace referencia al ensamblaje del vino que criamos en 106 barricas, se trata de hacer un homenaje a la añada 2010 que en Rioja fue excepcional. Es una marca, un vino que en Bodegas Bilbaínas, en Viña Pomal llevamos elaborando desde 1904, por ello la producción de botellas es limitada de 31.000″. De este producto remarca «el retorno al origen, a la Villa de Bilbao, por lo que en su etiqueta se emplea el color azul Bilbao, regresando a las antiguas etiquetas de Viña Pomal de los años 40-50».
De nuevo habla de variedades, ensamblaje, «con tempranillo que es el protagonistas en el 90% de la mezcla y para marcar un punto diferente un 5% de garnacha y otro 5% de graciano. En el caso de la garnacha aporta frescura, acidez, golosidad, frutosidad y en el caso del graciano mucha acidez y color, mucha estructura. Así estamos haciendo un vino con un perfil más potente, más estructurado de lo que puede ser un Viña Pomal más clásico».
En la parte que corresponde al envejecimiento en barrica, «así como en un Viña Pomal Reserva utilizamos un 100% de barrica americana, que es el ensamblaje clásico de tempranillo con barrica americana de Rioja tradicional, en este caso usamos un 15% de barrica francesa que al contrario de la americana, aporta especias, complejidad, estructura, tanino…. La barrica americana aporta más sensación de licor, vainilla, whiskeys, coco, chocolates…».
Para el enólogo «en nariz es un vino con notas de fruta negra, más compotados, maduros, hacia aromas con ciruela, uvas pasas, un aroma muy fresco y ese toque de mineralidad que aporta el tipo de suelo con el que trabajamos en la ciudad de Haro». En boca resulta más estructurado, con más volumen, pero su paso por boca es muy fácil, eso se debe a que el tanino «por el trabajo que realizamos en barrica, ya que ha sido criado 12 meses en barrica y por el trabajo que hacemos en botella, una crianza de dos-tres años dentro botella antes de que llegue al mercado, todo el tanino lo estamos limpiando y hacemos que el vino sea más fácil de beber y entender». En palabras de Alejandro López «es una lucha de conceptos entre estructurado, pero suave, porque es un vino con peso más complejo que un crianza, pero en boca es mucho más redondo. Tiene 18 meses en barrica y es perfecto para acompañar, caza, carnes más rojas, quesos…».
Una campaña de promoción singular: barricas tatuadas con los valores de Viña Pomal
Viña Pomal ha realizado este año una original campaña para promocionar su imagen y la de sus vinos, en un tour nacional, en la cual seis tatuadores de renombre internacional grabaron a fuego en barricas de roble los cuatro valores que definen a esta firma: origen, tradición, compromiso y tierra.
Preguntado por la iniciativa, López indica que con ella «la gente se sorprende, por el hecho de ver una bodega clásica y un tatuador, creo que es un buen contrapunto y una buena forma de acercar el vino a la gente joven, que lo pruebe y vea que le gusta, y que así seamos capaces de entender algo tan importante de nuestra cultura como es el vino».
Y lo cierto es que les han reconocido la idea porque “Viña Pomal Compromiso” ha sido considerada como “Mejor Campaña de Marketing” según los International Wine Challenge Merchant Awards Spain 2017, entregados recientemente.
El consumo de vino
Una de las preocupaciones en España es el consumo de vino, si pensamos que es un país tradicionalmente productor, en cuanto a consumo, falta mucho camino que recorrer. Preguntado en este sentido por Tecnovino, el enólogo de Viña Pomal cree que «la tendencia en general es conocer y descubrir, tanto referido a nuevas variedades como nuevas denominaciones de origen, o redescubrir denominaciones de origen importantes y que todo el mundo ya tiene presente como es el caso de Rioja». Y resalta que «en nuestro caso es interesante que la gente se acerque a los vinos, como nuestro blanco que es fresco, que tiene un toque mineral, que es muy diferente a un verdejo, albariño o sauvignon blanc, que pueden ser los blancos que la gente toma. Es un blanco fino de Rioja distinto, muy mineral, aromático e interesante». Otra de sus ideas gira en torno a «hacer entender a través de nuestros vinos qué significa Haro y su terroir, puesto que nuestro gran pilar es nuestro viñedo y poder mostrar cómo es la tierra y el clima y cómo trabajamos».
Sobre el escaso relevo generacional en lo que a consumo de vino se refiere considera «fundamental entender que el vino es parte de nuestra cultura, llevamos unidos al vino a través de nuestra gastronomía durante los últimos 2.500 años, es algo que tenemos que apreciar y saber rescatar». Así señala que «qué mejor forma que este tipo de eventos», se refiere a la campaña Viña Pomal Compromiso, «para no sólo ofrecer algo que resulte atractivo a los consumidores clásicos de vinos, sino sobre todo a la gente joven, para darles acceso y la oportunidad de probar un vino de Rioja de una bodega centenaria, como Bodegas Bilbaínas y Viña Pomal».
El trabajo en el viñedo desde una perspectiva tradicional y tecnológica
Interesados por los avances tecnológicos que para un enólogo puedan resultar importantes decidimos consultarle por cuál cree el mejor de los últimos años, «en nuestro caso en particular es conocer mejor nuestras viñas, identificar nuestros viñedos y ser capaces de saber la calidad que vamos a obtener». Eso representa para este enólogo «volver al origen del mundo del vino y de la enología, pero con el conocimiento que tenemos actualmente a nivel de viticultura y esto nos permite realizar este tipo de vinos».
Considera el trabajo que hacen en la bodega «tradicional riojano, el que se ha hecho durante los últimos cien años en Rioja trabajando nuestros vasos con las manos de las personas, pero nos apoyamos en bases de datos técnicas, en agricultura de precisión, desde conteos y fotografías desde el terreno con quads planta por planta, hasta fotografías aéreas y satelitales para identificar la evolución en el año de cada una de nuestras parcelas».
Es decir, utilizan las herramientas tanto tradicionales como nuevas «para ser capaces de identificar cada zona del viñedo y a qué vino va a ir destinada». Esto supone «conocer la calidad del vino desde la viña y a partir de ahí tomar las decisiones de vendimias, cómo se va a cosechar, elaborar y qué potencial va a tener ese vino después en bodega».
El vino favorito de Alejandro López es…
Dice que personalmente está enamorado de Viña Pomal Reserva, «al margen de la parte histórica y romántica ya que se llevan elaborando 108 vendimias de él, creo que actualmente es un vino que ofrece una complejidad y sobre todo una visión de cómo es el viñedo en Haro y cómo se expresa. Para mi significa el mejor vino y el mejor referente de un reserva de la zona de Rioja Alta y concretamente de Haro«.
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