Las condiciones climáticas desfavorables del último año han pasado factura a la producción vitícola internacional y muy particularmente a la de los países de Europa Occidental, como Italia, Francia y España, que han registrado unos niveles históricamente bajos.
La producción mundial de vino en 2017, excluidos zumos y mostos, se situaría en 246,7 millones de hectolitros, lo que supone un descenso de más del 8% respecto al ejercicio anterior, según los primeros datos de la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV). Esta caída sería consecuencia de las condiciones climáticas irregulares que afectaron a los principales países productores, especialmente en Europa.
Y es que diversos fenómenos meteorológicos extremos, que van de las heladas a la sequía, han afectado enormemente a la producción de vinos en el ámbito comunitario, que se ha situado en unos niveles históricamente bajos. Una circunstancia de la que no escapan los tres principales productores de la Unión Europea, conforme a las cifras provisionales que maneja la OIV.
Así, Italia, que pese a todo se mantiene, por tercer año consecutivo, como primer elaborador mundial, habría registrado este año una producción de 39,3 millones de hectolitros, una cifra un 23% más baja que la alcanzada en 2016. El pódium de la producción europea de vino lo completan Francia (36,7 millones de hectolitros) y España (33,5 millones de hectolitros), que habrían experimentado unas caídas del 19% y el 15%, respectivamente, en relación al año anterior.
Otros países europeos para los que 2017 no está siendo un buen año son Alemania, cuya producción de vino desciende el 10% y se sitúa en 8,1 millones de hectolitros, y Grecia, que también registra una disminución del 10% hasta los 2,5 millones de hectolitros. Más modesta ha sido la bajada de la producción en Bulgaria, donde la elaboración de vino sólo ha caído el 2% alcanzando el 1,1 millón de hectolitros, un volumen adecuada a su potencial.
En este contexto de caídas, Portugal (6,6 millones de hectolitros), Rumanía (5,3 millones de hectolitros), Hungría (2,9 millones de hectolitros) y Austria (2,4 millones de hectolitros) son los únicos países de la UE que han experimentado un incremento en la elaboración de vino con relación a 2016.
La producción vinícola en América
Estados Unidos, con 23,3 millones de hectolitros vinificados (-1% con respecto a 2016), registra, por segundo año consecutivo, un alto nivel de producción. Pero estas cifras conllevan una incertidumbre: la estimación propuesta para la producción de vinos se basa en previsiones del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) sobre la producción de uvas, especialmente de vinificación, que datan de agosto de 2017 y, por lo tanto, no contemplan las posibles consecuencias de los incendios ocurridos en el mes de octubre en California.
Sin cifras aún definitivas, la OIV estima que el consumo mundial de vino en 2017 se situará entre los 240,5 y 245,8 millones de euros
Por su parte, Argentina, que el año pasado vivió una de las cosechas más escasas de los últimos años, recupera algo de tono y aumenta su producción el 25% hasta alcanzar los 11,8 millones de hectolitros vinificados en 2017. Situación similar presenta Brasil que, después de la muy escasa producción de 2016 (1,4 millones de hectolitros), consigue este año un nivel de producción que supera los 3,4 millones de hectolitros.
Esta tendencia al alza que se detecta, en general, en las producciones de América del Sur no es aplicable a Chile, ya que los 9,5 millones de hectolitros de vino registrados este año representan un descenso del 6% en relación al ya bajo nivel de producción de 2016.
Oceanía y Sudáfrica
Por lo que se refiere a Australia, su producción se ha incrementado por tercer año consecutivo alcanzando los 13,9 millones de hectolitros (+6%). Por el contrario, Nueva Zelanda, con 2,9 millones de hectolitros, presenta una reducción del 9%, si bien no se puede olvidar que el año pasado este país registró una producción récord de 3,1 millones de hectolitros.
En cuanto a Sudáfrica, este país se cuela entre los que han visto crecer sus producciones en 2017 ya que sus 10,8 millones de hectolitros representan un aumento del 2% en relación al año anterior.