Las catas de vino suponen toda una práctica de disfrute, las hay para vivir y conocer la experiencia en establecimientos que las ofrecen y en las propias bodegas y las de tipo profesional. Ambas permiten probar los vinos, unas de forma más lúdica y otras por trabajo. A continuación sencillos trucos para apreciar los matices y secretos que esconde cada botella. 

Los aficionados al mundo del vino no dejan de crecer y por ello las catas y degustaciones son cada día más populares. Durante una cata se prueban uno o varios vinos y se analizan sus características. Es el plan perfecto para compartir con amigos la pasión por el vino y seguir aprendiendo. Aquí se ofrecen algunos consejos y claves para esta práctica, por ejemplo las particularidades de una copa catavinos, entre otros aspectos.

Tecnovino- copa catavinos

En primer lugar, la copa es un elemento clave a la hora de degustar un vino. La copa catavinos debe reunir una serie de características:

  • Diseño: se recomienda que tenga una línea alta y esbelta con una abertura estrecha para que los olores se concentren más fácilmente. Esta silueta de tulipán permite dirigir los aromas directamente hacia la nariz. Además, la altura del tallo de la copa catavinos debe permitir sostenerla cómodamente en la mano sin afectar a la temperatura del vino. 
  • Capacidad: aunque hay copas catavinos de diferentes medidas, los expertos coinciden en que 15,5 es la capacidad más adecuada para poder evaluar un vino apropiadamente. Se debe servir la copa solo hasta la mitad para dejar espacio libre para que se liberen los aromas y poder girarla para apreciar la lágrima (las gotas que caen por el interior de la copa) sin que se derrame el vino. 
  • Material: el más adecuado para una copa catavinos es el vidrio templado, más duradero y resistente, para que no pierda transparencia ni brillo con los lavados y se mantenga intacta por más tiempo. Por comodidad, es recomendable consultar con el fabricante que sea apta para lavavajillas. Lo ideal es secarlas a mano con un paño de microfibra para evitar que queden pelusas. 

Consejos para catar vino adecuadamente

El proceso de catar vino va más allá de una simple degustación. En una cata, la finalidad es aprender sobre las diferentes variedades que se vayan a probar y ser capaces de distinguir las cualidades de cada una. En las catas de vino verticales se prueba el mismo vino de una bodega, pero de diferentes añadas; en cambio, las catas temáticas permiten explorar vinos con un hilo conductor común, como los elaborados con la misma variedad de uva o de la misma región vinícola. Se recomienda catar entre 3 y 6 vinos diferentes. El orden correcto es comenzar catando los vinos blancos y seguir con los rosados y, por último, los tintos.

A la hora de catar vinos, la temperatura es un factor importante. Generalmente, se recomienda que los tintos jóvenes se sirvan entre 10° y 16°, los crianza, entre 14° y 16° y los tintos reserva o gran reserva, con más cuerpo, entre 16° y 18°. En cuanto a los vinos rosados, la temperatura recomendada es consumirlos entre 6º y 10º, y los blancos entre 6º y 12º.  Además, no se debe cometer el error de meter las botellas de vino en el congelador porque un enfriamiento demasiado rápido puede dañar sus cualidades. Lo aconsejable es utilizar una cubitera con agua y hielo.  

La cata de vinos es una experiencia sensorial que incluye no solo el gusto, sino también el olfato y la vista. No hace falta ser un experto para captar las cualidades y sutilezas de cada vino y poder intercambiar impresiones entre amigos. Siguiendo estas pautas es posible ir mejorando las capacidades de cata y profundizar en los conocimientos sobre el fascinante mundo del vino.