El enoturismo es una actividad al alza y no es para menos con la tradición y patrimonio vitivinícola que se puede encontrar en nuestro país. En esta ocasión nos detenemos en la Ruta del Vino Rioja Alta, donde se dan los anteriores factores que maridan perfectamente con un gran paisaje y una buena gastronomía. Para quienes quieran descubrirla o hayan estado pero quieran ampliar lo visto y se planteen otra visita, contamos mucho de lo que esta ruta vinícola tiene que ofrecer.
¿Qué se van a encontrar los viajeros y los aficionados al enoturismo en la Ruta del Vino Rioja Alta? Un entorno apetecible en cualquier estación del año, viñedos, bodegas con historia, vinos, naturaleza, gastronomía, patrimonio cultural e histórico donde el vino tiene su protagonismo, es el caso de los lagares rupestres, guardaviñas o bodegas centenarias. Pero hay mucho más…
El territorio de la Ruta del Vino Rioja Alta: paisaje, patrimonio y tradición vitivinícola
La Ruta del Vino Rioja Alta se sitúa en la zona vitivinícola por excelencia de La Rioja, noroeste de la región; allí el vino y su cultura alcanzan su máxima expresión y de este área proceden parte de los vinos más prestigiosos de La Rioja.
Además otros dos elementos complementan un escenario irrepetible con un paisaje singular que tiene como soporte fundamental la estructura territorial de un reparto de la propiedad en pequeñas parcelas y en la diversidad de variedades, que proporciona una imagen de mosaico muy particular. A esto tenemos que añadir la riqueza y diversidad del patrimonio histórico-artístico, reflejo del cruce de caminos y tierra de frontera que fue La Rioja. Y un entorno caracterizado por el viñedo pero que mira a las sierras de Toloño, Cantabria y la Demanda, sin olvidarnos del río Ebro. Y todo ello con la hospitalidad de los pueblos riojanos y de sus gentes.
Desde los montes Obarenes hasta las estribaciones del río Najerilla y desde el Ebro, frontera y unión, hasta el Camino de Santiago, La Rioja Alta nos descubre sus municipios y comarcas, en las que el vino es una constante que surge a cada paso de sus caminos y en cada esquina de sus localidades.
En la Ruta del Vino Rioja Alta decenas de bodegas centenarias unen tradición y tecnología para la elaboración de los vinos más exquisitos. A ellas se les suman restaurantes de gran prestigio en el panorama nacional, museos y centros de interpretación, casas y hoteles rurales con encanto o acogedoras hospederías, que junto a un maravilloso entorno natural que aúna el valle del Ebro con los cursos bajos y desembocaduras de los ríos Najerilla, Tirón y Oja, convertirán tu paso por este paraíso vitivinícola en una experiencia única e irrepetible.
Los vinos de la Ruta del Vino Rioja Alta: caracterización
Rioja Alta es la zona vitivinícola por antonomasia de la región. El vino está omnipresente, no sólo en el territorio y el paisaje, sino en todos los ámbitos de la zona.
Prácticamente la totalidad de los municipios cuentan con su “Barrio de Bodegas”, como el de San Asensio, sin olvidar el histórico Barrio de la Estación de Haro. Tuferas y guardaviñas o chozos son imágenes de toda la ruta. Y el mundo del vino inunda las tradiciones y la cultura de sus localidades, con sus fiestas ligadas a este ámbito, desde la Batalla del Vino de Haro y la Batalla del Clarete de San Asensio, hasta las recientes jornadas de puertas abiertas de bodegas que se organizan en no pocos municipios.
En todas las localidades se pueden encontrar prestigiosos vinos de año, crianzas y reservas, además de producirse exquisitos blancos, algunos fermentados en barrica; unos vinos que muestran la dinámica del sector y la apuesta por nuevas ofertas en la vinicultura que aportan a la imagen de los vinos clásicos de Rioja, nuevas propuestas. Una nueva generación de vinos que abren nuevos caminos y ofrecen nuevas posibilidades a los amantes del vino y su cultura.
Qué hacer en La Rioja Alta
Uno de los principales atractivos de la zona es, sin duda, visitar sus bodegas. Prácticamente la totalidad de las localidades de la zona tienen bodegas visitables; muchas de ellas han recibido premios destacados por su buen hacer en el mundo del enoturismo como, por poner un ejemplo, Bodegas Lecea o(premio al mejor producto enoturístico) o bodegas David Moreno (considerada en 2016 como mejor bodega enoturística de España). La lista de premios de los diferentes vinos que se producen en la zona sería interminable. Cada una de estas bodegas visitables tiene su propia personalidad, su manera de entender el mundo del vino y un planteamiento enoturístico singular, que permite disfrutar de diferentes experiencias durante la visita a cada una de ellas. Es cada vez más frecuente además que las visitas a las bodegas se complementen con otro tipo de actividades como la visita a viñedo, la participación en labores agrarias, los cursos de cata o el disfrute de catar vinos en los diferentes winebar que ya existen en las bodegas.
Tierra de gran diversidad y riqueza de patrimonio histórico-artístico, reflejo del paso de la historia por La Rioja, nos ofrece además una posibilidad de completar las experiencias vitivinícolas con el disfrute de una gran oferta de turismo cultural.. Desde dólmenes, un indicador de la existencia de poblamientos en la zona en la Prehistoria a imponentes iglesias románicas, góticas y barrocas.
Destacar igualmente los castillos y fortalezas, como Davalillo y San Vicente de la Sonsierra, construcciones que destacan de manera permanente en el paisaje, hasta los de Cuzcurrita del Río Tirón o Sajazarra, integrados en los cascos urbanos, entre otros. Es posible disfrutar del descubrimiento de ermitorios rupestres que nos hablan de las primeras ocupaciones del territorio en la Alta Edad Media, o la presencia de monasterios que marcaron durante siglos buena parte del ritmo de la vida de la zona.
Merece la pena destacar también la presencia de puentes históricos, imprescindibles para vadear los ríos y para garantizar el transporte de los vinos en una tierra que, dese muy antiguo, ha tenido una fuerte vocación comercial destinando buena parte de la producción no al abastecimiento local como sucede en otros territorios, sino a la exportación de los vinos hacia otros lugares nacionales y, desde fechas muy tempranas, internacionales.
Merece sin duda una especial mención el museo de la Cultura del Vino de Briones, considerado por la Organización Mundial del Turismo (OMT) como el mejor museo del vino del mundo. Una visita imprescindible para todo el que se acerque a descubrir la Rioja Alta.
Merece la pena destacar la existencia de un elevado número de lagares rupestres que nos hablan de la historia de la vitivinicultura de la zona y son uno de sus elementos más representativos. Junto a ellos los guardaviñas, construcciones que llaman la atención por su estructura y belleza y que son uno de los símbolos del territorio. Pequeñas muestras de arquitectura diseminadas por los viñedos que nos hablan del origen de tradición y que nos aproximan a la realidad histórica del mundo del vino en La Rioja Alta.
Asimismo dispone de un total de 15 rutas de senderismo distribuidas a lo largo y ancho del territorio que ofrecen al visitante una nueva forma de recorrer la zona, sin prisa y favoreciendo un contacto directo con los viñedos, el patrimonio disperso del mundo del vino y la naturaleza del entorno. Caminos sencillos y aptos para todos los públicos y que pueden ser recorridos tanto a pie como en bicicleta.
Una gastronomía inseparable del vino
La gastronomía tradicional de la zona está muy vinculada con la producción. Platos obligados son las patatas con chorizo o los caparrones (alubia roja pequeña muy fina, característica de la zona) con sus correspondientes sacramentos.
Las chuletillas al sarmiento son otra de las referencias imprescindibles de la cocina riojalteña. El chuletón es otra de las referencias en lo que a carnes se refiere.
Especial mención merecen las verduras, de gran calidad y que en muchos casos todavía se sigue produciendo en pequeños huertos familiares. La Rioja Alta produce excelentes tomates, cardo, borraja, puerros, alcachofas,… pero quizá sea el pimiento el que haya alcanzado una mayor fama. Es un ingrediente en un buen número de platos y es uno de los elementos imprescindibles en la cocina regional. Son el elemento clave en recetas como el bacalao a la riojana, todo tipo de guisos y salsas tradicionales, los populares pimientos rellenos, los huevos con pimientos y un largo etcétera. Pero es también una delicia el comerlos simplemente asados y aliñados. La menestra, preparada de diferentes modos, es un plato ideal para poder degustar estos productos de la huerta, aprovechando las variedades propias de cada temporada.
Las setas son otro de los atractivos gastronómicos de la zona. La proximidad a la Sierra hace que la afición a la recolección sea muy numerosa y, por supuesto, su consumo en infinidad de modalidades.
Es necesario hacer una ruta de pinchos, una de las tradiciones más arraigadas en la zona desde hace muchísimo tiempo. Los pinchos han evolucionado y ahora, junto con los más tradicionales como el morro, las banderillas, los torreznos, los embuchados o los pimientos rellenos que todavía están presentes en las barras, ha aparecido una nueva generación de cocineros que están innovando continuamente en el mundo de la tapa con propuestas muy elaboradas e innovadoras.
Y todo ello acompañado de buen vino de Rioja. Sus tintos son sobradamente conocidos, pero en los últimos años se está recobrando la elaboración de blancos a partir de la recuperación de variedades autóctonas, algunas en fase desaparición, que están dando como resultados unos blancos de excelente calidad y personalidad.
Datos de interés sobre la Ruta del Vino Rioja Alta
Cómo llegar
Ubicada en Rioja Alta, en el noroeste de La Rioja y a pocas decenas de kilómetros de Logroño, los accesos por carretera a la zona se pueden realizar a través de la N-232 y la A-68, con salidas en Cenicero y Haro. La mayoría de las localidades de la ruta se encuentran en el entorno de estas dos vías, paralelas al Ebro. Por ferrocarril, existe una estación en Haro. Logroño cuenta con un aeropuerto.
La Ruta del Vino Rioja Alta y las Rutas del Vino de España
Rutas del Vino de España es un club de producto turístico impulsado por ACEVIN y los Ministerios de Industria, Energía y Turismo y Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. Tiene como objetivo desarrollar una estrategia y una metodología común para impulsar el enoturismo en nuestro país.
En la actualidad existen 26 Rutas del Vino, correspondientes a territorios incluidos en diferentes Denominaciones de Origen, requisito imprescindible para poder pertenecer al Club. El club de producto impulsa diferentes acciones de promoción, y mejora y control de la calidad.
La Ruta del Vino de la Rioja Alta es la iniciativa que desarrolla el Club de Producto en este territorio; y uno de los programas que desarrolla la Asociación para el Desarrollo de La Rioja Alta (ADRA), dentro de las diferentes actuaciones que realiza para el desarrollo territorial de esta zona.
En la actualidad la Ruta cuenta con 76 establecimientos adheridos de todos los subsectores relacionados con el enoturismo: bodegas, alojamientos, restaurantes, empresas de actividades, enotecas, museos, …en 23 municipios y continúa creciendo.
La relación completa de establecimientos se puede encontrar en www.rutasdelvinorioja.com
Todos estos establecimientos tienen un nivel de calidad garantizado, cumpliendo con unos requisitos marcados en el Manual del Club de Producto.
Más información online sobre la Ruta del Vino Rioja Alta:
2 Comments
Deja una respuesta
Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *
[…] de Rioja Alavesa ha culminado con la firma in situ de un convenio de colaboración con la vecina Ruta del Vino de Rioja Alta, con la presencia de su presidenta, Begoña Jiménez, como una manera de unir fuerzas y sinergias […]
[…] Vino que los encuestados afirman conocer están Rioja Alavesa (30,9%), Ribera del Duero (28,3%), Rioja Alta (26,1%) y Marco de Jerez (21,8%), seguidas de Penedès, Rías Baixas, Rueda y Somontano. […]