San Millán llega con nueva imagen en 2016 con el punto de mira puesto en los millenials, los jóvenes de 25 a 35 años. Con un estilo vintage y de irreverencia angelical la marca lanza tres nuevos vinos: un crianza, un reserva de Rioja y un joven roble de Ribera del Duero.

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San Millán da a conocer su renacimiento este 2016 «con una propuesta rompedora para atraer a los jóvenes al mundo del vino». La marca explica que se rejuvenece «en fondo y forma».
Por un lado, ha elaborado tres nuevos vinos pensados para un público de entre 25 y 35 años, los denominados millenials, que son «de gran calidad pero desenfadados y fáciles de disfrutar». Por otro, los ha dotado de una imagen «moderna, canalla y divertida».
Se parte de un grafismo retro y de su nombre de santo, así en la nueva imagen de San Millán el querubín se convierte en icono de la marca, un guiño al Monasterio de San Millán de la Cogolla, enclave original del primer vino riojano de la marca. Además, se acompaña del lema “It’s good to be good”, algo así como “mola ser bueno”. El lanzamiento redefine el tono de la marca e incluirá nuevos elementos para una comunicación atractiva en el lineal y múltiples actividades experienciales que indican que se irán descubriendo en los próximos meses.
La gama inicial la forman tres vinos: un crianza, un reserva de Rioja, y un joven roble de Ribera del Duero. La intención es poder ir ampliando la oferta paulatinamente tanto a nivel nacional como internacional. Con estos productos, explican que quieren «romper el tópico por el cual los vinos de calidad no pueden llegar a ser demandados por los más jóvenes».

Nuevos vinos en busca de un nuevo modelo de consumidor: los jóvenes

El relanzamiento de San Millán busca conquistar «a un público joven, cosmopolita, poco dado a ciertas liturgias y tecnicismos, que sabe lo que quiere y que está dispuesto a pagar por ello si le aporta una identificación con la marca y un valor diferencial». Lo consideran «una generación que prioriza disfrutar de experiencias innovadoras y que a la vez ama recuperar lo más auténtico y tradicional». Así, la nueva San Millán combina un estilo innovador con los valores de la tradición y el origen: su monasterio, hoy patrimonio mundial de la Unesco, está situado en un valle riojano rodeado de bosques y montañas y fue cuna del castellano.
Tecnovino San Millan Codorniu vinos crianzaCon su relanzamiento, San Millán reitera que hace «una apuesta ambiciosa por conquistar un público amplio pero poco habituado a consumir vino«. Según datos del OeMv, solo un 5,5% de los jóvenes entre los 18 y los 25 años toma vino habitualmente. Una cifra que se sitúa en el 10% entre los que tienen entre 26 y 35 años. Se calcula que en España la generación de los millenials (nacidos entre 1980 y el 2000) la forman alrededor de ocho millones de jóvenes, 51 en Europa. Según la consultora Deloitte, en 2025 constituirán el 75 por ciento de la fuerza laboral mundial.

San Millán Crianza

Nota de cata: Se trata de un vino bien estructurado, fácil de beber, color rojo rubí y aromas a frutos rojos y negros. Bien equilibrado, redondo en boca con taninos sedosos y cuerpo excelente.
Maridaje: San Millán Crianza es un vino que marida con facilidad, para acompañar tanto con quesos curados como cremosos, embutidos, platos de legumbres el clásico maridaje del crianza de Rioja: las carnes.

Tecnovino San Millan Codorniu vinos reservaSan Millán Reserva

Nota de cata:
Aspecto: Color rubí intenso.
Nariz: Frutos negros y regaliz con recuerdos minerales. Notas especiadas, tostados y vainillas procedentes de la crianza en barrica.
Boca: Tanino suave que hace el vino muy agradable y redondeado. Final de boca persistente y elegante.
Maridaje:
Platos de caza, asados, carnes blancas, embutidos, quesos curados y azules.

Tecnovino San Millan Codorniu vinos RobleSan Millán Roble

Nota de cata:
Color rojo púrpura de intensidad alta con tonos azulados. En nariz presenta una alta intensidad aromática.
Sobresalen los aromas de fruta roja fresca – que reflejan la tipicidad de la uva – y se ven complementados con notas de vainilla de su estancia en barrica. En boca es un vino goloso, equilibrado y redondo.
Maridaje:
Carnes blancas, pastas, ensaladas, tapas y quesos frescos.