Fundada en las tierras donde los monjes cartujos elaboraban vino desde el siglo XIII, Scala Dei, con sus vinos de garnacha reconocidos internacionalmente, ha contribuido a elevar la reputación del Priorat como una de las denominaciones de origen más reconocidas.

El aniversario de la bodega Scala Dei se cuenta desde su refundación hace 50 años, aunque sus orígenes se remontan a mucho antes. En 1263 los cartujos comenzaron la elaboración de vino en las tierras cercanas al monasterio de Escaladei.

Así la bodega Scala Dei, la más antigua del Priorat y la primera en hacer vino embotellado en origen llega a su 50º aniversario con un evento que tuvo lugar en la Cartuja d’Escaladei (Tarragona).

Sergio Fuster, CEO de Raventós Codorníu, grupo copropietario de la bodega, ha puesto en valor la responsabilidad que supone cuidar las tierras que, hace más de 800 años, los monjes cartujos eligieron para empezar a hacer vino en el Priorat. Asimismo, ha declarado que “El Priorat, como otras zonas de Cataluña, se enfrenta a un reto de gran magnitud: adaptarse al cambio climático y prepararse para poder superar episodios de sequía como el que, lamentablemente, estamos sufriendo. Un reto inexcusable y urgente, en el que tenemos que trabajar unidos si queremos que el Priorat siga haciendo historia en el mundo del vino.”

50 años de su refundación

La bodega celebra medio siglo de su refundación, pero tiene los orígenes en las tierras que rodeaban el monasterio de Escaladei, donde los monjes cartujos empezaron a elaborar vino en 1263. Con la desamortización de Mendizábal, en el siglo XIX, los monjes fueron obligados a abandonar el monasterio y cinco familias adquirieron la Cartoixa y sus tierras. Crearon la Sociedad Agrícola La Unión y siguieron haciendo vino. Incluso hicieron unas primeras botellas para presentarlas, en 1878, a la Exposición Universal de París, y el 1888 a la de Barcelona.

En 1974, la Sociedad se funda de nuevo como Bodega Scala Dei y lanza al mercado los primeros vinos ‘modernos’ del Priorat, convirtiéndose en una de las pocas bodegas que embotellaba vino en la comarca hasta el boom de finales de los 80.

Tras medio siglo, Scala Dei es una de las bodegas de referencia del Priorat y la D.O.Q. está considerada entre las mejores regiones vitivinícolas del mundo. Respetando los métodos de elaboración ancestrales adaptados a las nuevas técnicas, conserva el espíritu del trabajo artesanal, a mano, y sus vinos capturan la esencia del paisaje, con suelos de pizarra y un clima intenso. Lo hace con pequeñas producciones y a partir de 70 ha de viñas propias, algunas de las cuales ya pertenecían a los cartujos y son las más antiguas de la región, cultivadas de forma sostenible, solo con tratamientos naturales y ecológicos, y donde se cultiva, principalmente, garnacha.

Vinos con grandes reconocimientos

Los vinos de Scala Dei han recibido cerca de medio millar de reconocimientos en la última década, destacando, entre los más recientes, la Medalla de Oro a los Grenache Du Monde con Scala Dei Sant Antoni 2020; Medalla de Oro y Mejor Priorat en el International Wine Challenge 2024 con Scala Dei Cartoixa 2020; o el Mejor vino tinto del año por Tim Atkin en el Cataluña report 2024 con Scala Dei Sant Antoni 2019. Y, también, valoraciones de más de 95 puntos para Scala Dei Sant Antoni y Scala Dei Masdeu en revistas de prestigio internacional como The Wine Advocate, Decanter o Wine Enthusiast.

Cabe destacar que la bodega comercializa el 40% de sus vinos en el exterior, con Suiza, Reino Unido y Estados Unidos como principales mercados.

Una cata vertical histórica e inédita

Para celebrar los cincuenta años, los invitados al avento disfrutaron de una cata vertical histórica e inédita en el refectorio de la Cartuja, el espacio donde los monjes hacían las comidas en comunidad.

Ha sido un recorrido por los 50 años de la bodega empezando con una cata del primer vino etiquetado y embotellado en origen, en el Priorat, como D.O.: Cartoixa Scala Dei 1974, elaborado con garnacha y cariñena y envejecido en grandes tinas.

Tras él, se han degustado una decena de añadas de las últimas cinco décadas, un auténtico recorrido por la evolución que ha hecho el Priorat: desde las elaboraciones ancestrales, a la modernización y la introducción de variedades foráneas de los 80, a los vinos de los 90, muy estructurados y marcados por la madera y hasta el retorno a las raíces a partir de los 2000.

Por su parte, Ricard Rofes, enólogo de Scala Dei, declara que «para alguien nacido en esta tierra y amante del vino, formar parte de esta historia es un privilegio inmenso, pero también una gran responsabilidad«. Y añade «celebrar los 50 años de Scala Dei, la bodega más antigua del Priorat, nos impulsa a seguir elaborando vino con la misma dedicación y respeto que nos enseñaron los monjes cartujos hace siglos, manteniendo viva la esencia de nuestra tierra».

Este evento sirvió para conmemorar medio siglo de la bodega y celebrar la historia de éxito que ha transformado el Priorat en una de las regiones vitivinícolas más reconocidas. Una historia que empezaba en Scala Dei en 1263, pero que estuvo a punto de acabar con la llegada de la filoxera y la emigración hacia las ciudades coincidiendo con el boom de la industria textil.

Gracias al esfuerzo de los viticultores que perseveraron con el cultivo ‘heroico’ de la vid y a todos aquellos que volvieron a creer en el potencial del Priorat, los vinos de la D.O.Q., que cuenta con cerca de cien bodegas, compiten actualmente con los más destacados del mundo.