Terra Remota crece al ampliar la plantación de variedades blancas. El viñedo de Marc y Emma Bournazeau en el Alt Empordà, plantado en 2003 y 2004, sumará 3 nuevas hectáreas con las variedades Garnatxa Blanca, Chenin y Xarel·lo. También presenta su vino blanco Caminante 2016 que elabora con las variedades Garnacha Blanca, Chardonnay y Chenin.
Este año la bodega Terra Remota ha ampliado su superficie de cultivo con 3 nuevas hectáreas destinadas a variedades blancas, en una zona que ocupa un total de 10, donde se encontraba un pequeño bosquecillo de pinos que resultó calcinado en el terrible incendio de 2012. Junto a las ya arraigadas en Terra Remota Garnatxa Blanca y Chenin, también se ha plantado Xarel·lo, una variedad de gran adaptación en la zona y excelente para elaboración de vinos secos. Terra Remota cultiva la Chenin desde sus inicios, por lo que tiene constancia de la excelente adaptación a este terroir, así como de la calidad que consigue año tras año. Por esta razón la familia Bournazeau explica que sigue apostando fuerte por la Chenin, «pese a la falta de apoyo del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Empordà, que hace dos años dejó de ampararla como variedad experimental«.
Sobre la denominación de la firma dicen que «Terra Remota es el justo nombre de esta bodega que se encuentra al pie de las Alberas y del Pirineo Catalán, a tiro de piedra de la frontera francesa, entre los municipios de Capmany y Sant Climent Sescebes». Se trata de una finca de 40 Ha, de las cuales se plantaron 23 al inicio del proyecto, en 2003 y 2004. Hace tan sólo un decenio que Terra Remota forma parte del escenario de la DO Empordà y, sin embargo, añaden que ha conseguido «hacerse un hueco e incluso despuntar en el panorama de vinos de esta zona» y que no es aventurado considerarla como uno de los nuevos grandes valores de esta denominación.
Terra Remota fue fundada por Marc y Emma Bournazeau en 1999 en un suelo granítico de la DO Empordà, al pie de la sierra de la Albera. Una bodega integrada en el paisaje, obra de Pepe Cortés y Nacho Ferrer, acoge la actividad vinícola, en una explotación de 26 ha. de viñedo. Sobre su filosofía de trabajo explican que se basa «en un respeto máximo a la naturaleza (la bodega tiene certificación de agricultor ecológico desde 2012), el objetivo de calidad de producto a través de la perseverancia en el trabajo (simbolizada por su línea «Camino«) y la impresión de la personalidad de Marc y Emma Bournazeau en sus vinos». La familia Bournazeau lidera a su vez otro proyecto vitivinícola en el continente americano, Bodega las Niñas, en Apalta (Valle de Colchagua, Chile), donde elabora una variada gama de vinos con una marcada personalidad femenina.
Nueva añada de su vino blanco Caminante
Terra Remota presenta su blanco Caminante 2016, una añada en que todos sus vinos destacan por una elaboración muy natural. Sobre este vino lo definen como «de gama alta, apetecible con el calor del verano, donde acompaña perfectamente unas ostras y cualquier marisco o pescado, así como una tabla de quesos blandos. Capaz asimismo de estar a la altura en menús de invierno, con un suquet de pescado, e incluso con un ave al horno».
En cuanto a la añada 2016 detallan que es especialmente buena, ya que el verano fue seco y propició racimos con bayas pequeñas y muy sueltas. Además, el estado sanitario de la vendimia era excelente, lo que permitió trabajar sin añadir sulfitos hasta el final de la vinificación, por lo que Caminante 2016 -igual que el resto de vinos de Terra Remota- es un vino muy natural.
El blanco de Terra Remota se elabora con Garnacha Blanca (60%), Chardonnay (25%) y Chenin (15%). Partiendo del prensado de las uvas en prensa neumática, a media fermentación se trasladó a barricas de roble francés nuevo y de primer y segundo vino, donde realizó la crianza con sus lías finas durante 6 a 8 meses. Asimismo la bodega destaca su potencial de conservación de cinco años.
Notas de cata
Color: Oro claro con reflejos verdes brillantes.
Nariz: Sutil y complejo, con un buqué fino, que deja exhalar aromas florales aunque también notas afrutadas de mango, de piña fresca, de melocotón blanco, acompañadas de notas de brioche, de vainilla y mucha mineralidad.
Boca: Fresca con una buena mineralidad, mucha elegancia y finura, con aromas de frutos exóticos y de vainilla. Vino amplio con una buena longitud aromática.
Vino fino y mineral que revela la expresión del pago.
Para Terra Remota «es un vino que destila elegancia y finura a la vez que profundidad y amplitud, con frutas exóticas, melocotón blanco y brioche, y una marcada mineralidad que despunta tanto en nariz como en boca».