Aranda de Duero, una de las ciudades que integran la Asociación Española de Ciudades del Vino (ACEVIN) y designada como Ciudad Europea del Vino en 2020, tiene una prórroga para continuar como Ciudad Europea del Vino en 2022. De esta forma aplazar al próximo año el desarrollo de la programación ligada a este nombramiento.
La Red Europea de Ciudades del Vino (RECEVIN) ha acordado prorrogar la capitalidad de esta localidad burgalesa, miembro de la Asociación Española de Ciudades del Vino (ACEVIN). Así ha sido ratificada como la próxima Ciudad Europea del Vino, una iniciativa creada desde la Red Europea de Ciudades del Vino (RECEVIN) y en la que cada año se selecciona una ciudad relacionada con la producción y la cultura vitivinícola, ubicada en alguna zona protegida por una Denominación de Origen.
Aranda de Duero fue nombrada Ciudad Europea del Vino 2020 pero el arranque de la pandemia impidió que pudiera llevar a cabo las actividades y acciones que implican serlo.
La decisión se ha tomado en una reunión celebrada en febrero en la que Rosa Melchor, presidenta de ACEVIN, y Raquel González, alcaldesa de Aranda de Duero, propusieron el aplazamiento de la iniciativa hasta el próximo año 2022 a causa de la inestable situación mundial provocada por la crisis sanitaria de la COVID-19.
Ciudad Europea del Vino 2020
Aranda de Duero fue elegida como Ciudad Europea del Vino 2020. La lógica suspensión de los actos previstos durante el pasado año se ha ampliado a este 2021, a la espera de contar con un marco más seguro y atractivo para poner en marcha toda la programación ligada a este evento.
La localidad cuenta con una importante red de bodegas subterráneas, que datan de los siglos XII, XIII y XIV, que recorren el subsuelo del casco antiguo. Se encuentra dentro de la Ruta del Vino Ribera del Duero y entre sus bondades gastronómicas, destacan sus asadores, donde el lechazo asado es el plato estrella, al que la ciudad dedica anualmente unas jornadas gastronómicas.
¿En qué consiste ser Ciudad Europea del Vino?
La iniciativa Ciudad Europea del Vino tiene carácter rotatorio y en ella pueden participar los países que forman parte de RECEVIN. Las candidaturas siempre deben tener una dimensión europea y demostrar creatividad, siguiendo criterios como el reforzamiento de las actividades de sensibilización en la cultura del vino, la implicación del máximo número de actores económicos y sociales del territorio o la creación de un proyecto catalizador para el desarrollo de la ciudad.
Durante los doce meses en que se ostenta el título de Ciudad Europea del Vino se desarrollan numerosas acciones y actividades culturales, formativas y de sensibilización, encaminadas a dar a conocer el patrimonio, el paisaje y la gastronomía del destino elegido, teniendo como hilo conductor el mundo del vino.
Así, esta iniciativa se convierte en una excelente herramienta de potenciación y promoción turística, en la que se reconoce una candidatura que proyecta la cultura del vino y las tradiciones del territorio vitivinícola, contribuye a preservar los recursos naturales y paisajísticos que hacen del vino un producto de calidad y permite consolidar vínculos con otras regiones europeas.
Cambados (Pontevedra) y Jerez de la Frontera (Cádiz) son las ciudades españolas que han ostentado el título de Ciudad Europea del Vino en anteriores ocasiones. En la última edición celebrada, la de 2019, fue la comarca de Sannio, en la provincia italiana de Campania, quien lo hizo. Anteriormente en otro países han ostentado esta designación Reguengos de Monsaraz (Portugal, 2015), Marsala (Italia, 2013) y Palmela (Portugal, 2012).