La lucha contra el cambio climático presente desde sus inicios en la bodega Valdemonjas ha tenido su reconocimiento. Así, la bodega ha sido galardonada recientemente con el sello de huella de carbono otorgado como reconocimiento a este esfuerzo. Valdemonjas trabaja en su compromiso de reducir, antes de 2022, a más de la mitad sus emisiones actuales de CO2.
La bodega Valdemonjas, perteneciente a la D.O. Ribera del Duero, ha obtenido el sello de huella de carbono del Ministerio para la Transición ecológica. Este sello permite reflejar el grado de esfuerzo acometido por las empresas en la lucha contra el cambio climático. Valdemonjas ha adquirido un compromiso de reducir más de la mitad sus emisiones actuales de CO2, antes de 2022.
“Tener un mínimo impacto en el medio ambiente, conservar nuestro entorno y preservarlo para las generaciones venideras, está en el ADN del proyecto Valdemonjas. Este Registro de huella de carbono es un paso más que damos en esa dirección”, destacó Alexis Moyano, CEO segunda generación de la bodega familiar.
Además, tanto los vinos elaborados en la bodega, que proceden de viñedos propios certificados con el sello de agricultura ecológica, como el propio diseño del edificio eco-sostenible siguen esta senda de respeto a la naturaleza. No en vano, el edificio fue doblemente premiado con el Architizer A+Award en el año 2016. Estos galardones son conocidos como los “Óscar de la Arquitectura” y se entregan en Nueva York.
A este respecto, el cofundador de la bodega, Alejandro Moyano, hizo hincapié: “El diseño de la bodega nos permite generar nuestra propia energía eléctrica y recuperar agua de lluvia. Por otro lado, también estamos implicados con los objetivos de desarrollo sostenible fijados por la ONU (Organización de las Naciones Unidas) para 2030. Estos compromisos no nos suponen un esfuerzo extra, ya que nos ayudan a caminar en la dirección adecuada”.
Valdemonjas es una bodega, que además de estar involucrada en el cuidado y preservación de su entorno, produce vinos de máxima calidad, como lo demuestra el hecho de tener cuatro de sus vinos incluidos en el último top 100 de la Ribera del Duero, según el Master of Wine, Tim Atkin.
Asimismo, durante este mes de octubre Pedro Ballesteros, el más veterano Master of Wine español, ha incluido ‘Abrí las Alas’ de Valdemonjas en el ranking de los 10 vinos más destacados de la Ribera del Duero, publicado en la prestigiosa revista Decanter.
La última buena noticia para la bodega ha sido que el crítico estadounidense James Suckling ha incluido “Entre palabras 2016” en su último artículo sobre vinos de Ribera del Duero, donde analiza los 12 mejores vinos de la denominación por menos de 35 dólares.
Cálculo, reduzco, compenso
El sello del registro de huella de carbono, compensación y proyectos de absorción de dióxido de carbono permite identificar, para un periodo definido (anual), tres niveles de participación: cálculo de la huella de carbono, su reducción y/o compensación.
Valdemonjas se encuentra inmersa en la fase Reduzco, que valora si se han hecho efectivos los compromisos de reducción. En este caso, la bodega se ha fijado como objetivo para 2022, un 54% de reducción de las emisiones de CO2. En la tercera fase, denominada Compenso, se procederá a colaborar en proyectos para compensar el CO2 que emite.
Diseño eco-sostenible
La bodega ya realizó la primera fase denominada Cálculo, que permitió determinar que la emisión de la bodega durante 2018 fue muy reducida, conseguida gracias al diseño eco-sostenible de su edificio. El aprovechamiento sostenible del agua fue una de preocupaciones de los propietarios de la bodega, antes de empezar a construir el edificio. Por este motivo se edificó una cubierta inclinada para recoger el agua de lluvia en unos aljibes subterráneos. También se diseñó un sistema eficiente de filtrado y tratamiento de agua, para poderla utilizar.
Asimismo, las necesidades energéticas de la Valdemonjas se cubren con sistemas de generación independientes de la red. Los paneles fotovoltaicos se han integrado en la cubierta del edificio de tal forma que, a la vez que captan la energía solar, sirven para dar sombra a la zona de entrada y recepción de uva. También se utilizarán sistemas pasivos de control solar en la fachada oeste, así como ventilación natural de los espacios, que permiten prescindir de sistemas de aire acondicionado, que originan un enorme gasto energético.