Este espumoso Gran Reserva vegano elaborado con el método tradicional champenoise y con la variedad chardonnay es un afrutado blanc de blancs con una crianza sobre rimas de más de 36 meses.
La bodega Vega Tolosa de Casas Ibáñez (Albacete) ha lanzado al mercado su Vega Tolosa Brut Nature Chardonnay Gran Reserva 2018, un espumoso elaborado con uva chardonnay y con una crianza sobre rimas de más de 36 meses.
La D.O.P. Manchuela, donde se encuentra la bodega Vega Tolosa, es conocida por la predominancia de la variedad de uva macabeo en los vinos espumosos de la zona. Sin embargo, Vega Tolosa ha demostrado que es posible producir espumosos de altísima calidad utilizando la uva chardonnay y un sistema radicular desarrollado en su viñedo plantado hace 18 años, siguiendo los métodos tradicionales de elaboración y cuidando cada detalle del proceso y convirtiéndose en la única de la DOP en emplear esta variedad. El resultado es un espumoso único y excepcional, que sin duda marca la diferencia en la producción de vinos espumosos en la región.
De este modo, la elaboración tradicional de la segunda fermentación en la botella y en contacto con sus lías, en lugar del método charmat en grandes depósitos utilizado por otras bodegas del entorno, ha permitido obtener un brut nature excepcional con una producción limitada a solo mil botellas. Pero no es todo. Este espumoso ha recibido diferentes reconocimientos, destacando el premio al mejor vino espumoso en los premios Gran Selección Campo y Alma en 2022, así como una Medalla de Oro en el Concurso Internacional de Vinos Ecológicos EcoRacimo.
Nota de cata Vega Tolosa Brut Nature Chardonnay Gran Reserva 2018
- En vista: es un espumoso limpio y brillante, de color dorado con ligeros tonos verdosos y una burbuja muy fina y elegante.
- En nariz: ofrece aromas a panadería y recuerdos a manzana verde.
- En boca: muestra un perfecto equilibrio gustativo y una personalidad muy frutal, realzada por su suave burbuja.
Vendimia y elaboración
La vendimia se realiza de manera manual, recolectándola en cajas de ocho kilos para evitar dañarla y preservar su calidad. Además, se busca el momento óptimo de madurez para obtener un bajo grado alcohólico en el producto final, ya que en la segunda fermentación este aumenta aproximadamente dos grados.
Una vez que la uva es recibida en la bodega, se lleva a cabo un proceso de limpieza y enfriamiento para evitar que se deteriore. Después, se procede a una maceración en frío en los depósitos, durante unas diez horas, para extraer los aromas de la piel. Posteriormente, se descuba el mosto por gravedad hasta un depósito de acero inoxidable para su decantación natural. Al día siguiente, se trasiega el mosto limpio a un fermentador de acero inoxidable, donde se realiza la fermentación alcohólica controlada a una temperatura de 15º C durante aproximadamente 30 días.
Una vez finalizado el proceso de fermentación alcohólica, el vino resultante se trasiega nuevamente para eliminar las levaduras muertas y se somete a un proceso de decantado de dos días. Tras ello, se traslada a fudres de roble francés de 2.500 litros de capacidad para su crianza de tres meses con battonages para agitar las lías finas.
Después de este proceso, el vino se somete a una clarificación con proteína de guisante para su limpieza, se filtra, se embotella y se le añade mosto concentrado ecológico de base de uva junto a levaduras seleccionadas para su segunda fermentación en botella. Para la obtención de un brut nature, el relleno de las botellas degolladas se realiza únicamente con el contenido de la botella anterior, sin adición de licor de expedición ni azúcar para reemplazar el líquido perdido. Por último, las botellas se apilan en rima en la cava, donde permanecerán un mínimo de 36 meses debido a su categoría de Gran Reserva.
Tipo de uva y climatología
La uva utilizada en la elaboración de este vino proviene de dos hectáreas de viñedos propios y ecológicos de Vega Tolosa situados en una zona de transición a la Reserva de la Biosfera, entre los valles del Júcar y Cabriel, a una altitud de 750 metros sobre el nivel del mar. Estos viñedos se caracterizan por tener suelos ricos en materia orgánica, profundos, calcáreos y calizos, lo que le proporciona al vino las peculiaridades y la mineralidad del terroir.
El clima, de tipo mediterráneo-continental, también influye en la personalidad de este vino. Las lluvias habituales en otoño y primavera, los veranos secos y calurosos y los inviernos fríos generan un ambiente idóneo para el cultivo de la vid. Durante la estación estival, el aire solano que sopla por las noches refresca las uvas y contribuye a una maduración lenta y de calidad de los frutos.
En el año 2018, las condiciones climáticas fueron perfectas para el cultivo de la vid, lo que permitió obtener unos parámetros ideales de acidez, pH y azúcares en la uva.
Todo ello se traduce en un espumoso vegano de alta calidad y respetuoso con el medio ambiente, que refleja la esencia del terruño y las características propias de la zona donde se cultiva.
El precio de cada botella es de 35 euros y puede adquirirse en la web de la bodega.