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Verallia, marca bajo la que se engloba la División de Envases de vidrio del Grupo Saint-Gobain, que aporta soluciones innovadoras en envases de vidrio, ha incrementado su cifra de negocio un 3,8% en 2012, llevando a cabo unas inversiones superiores a 30 millones de euros destinados a nuevos equipamientos y a la mejora de la eficiencia energética. La empresa afirma que mantiene su liderazgo en la fabricación de envases de vidrio para bebidas y alimentación en la Península Ibérica en base a estas cifras: un millón de toneladas vendidas y más de sesenta nuevas creaciones cada año. El incremento de su cifra de negocio en la Península Ibérica lo atribuye a la actividad exportadora de sus clientes, especialmente en los sectores de vinos, cavas y alimentación.
La firma se apoya firmemente en el desarrollo sostenible y en la innovación como pilares de su crecimiento. Para ello invirtió en 2012 más de 30 millones de euros en sus fábricas en la Península, entre las que destaca la modernización de la fábrica de Montblanc. Los objetivos de estas inversiones son la búsqueda de la máxima calidad, la seguridad (Verallia cuenta con la tasa de accidentalidad más baja del sector) y el desarrollo sostenible. Estas inversiones han permitido reducir el consumo energético y utilizar tasas muy elevadas de vidrio reciclado en sus hornos.
Uno de los referentes en innovación de la empresa es la gama Ecova, botellas eco-concebidas que reducen el impacto medioambiental con mejoras en la imagen del envase. Desde 2008 se han comercializado más de 700 millones de estos envases cuya finalidad es incrementar la competitividad de los productos de los clientes en los mercados exteriores.
Verallia cuenta con siete centros productivos en la Península Ibérica y una plantilla de 1.300 trabajadores y es el primer consumidor de vidrio reciclado de la península (conocido como calcín en este sector). La alta utilización de calcín contribuye de una forma decisiva a la mejora del medio ambiente; permitiendo ahorrar energía, materias primas y reduciendo las emisiones de CO2 a la atmósfera así como los residuos que van a parar a los vertederos.