Los vinos crianza y reserva de Viña Salceda son un reflejo de su origen: Elciego; tierra, clima y paisaje marcan su identidad. Una firma con cerca de 50 años de experiencia que en 2017 ha querido renovarse, en sus vinos, modernizándolos y también ampliando su oferta con experiencias enoturísticas.
Los vinos de Viña Salceda, crianza y reserva, «son más frescos, afrutados, y con una clara identidad que refleja la tierra y clima en el que viven sus cepas», señalan desde la bodega. «Son productos que hablan de Elciego, del Ebro, de viento del norte, de la flora y fauna con la que conviven, del paisaje y paisanaje. Y del tiempo».
La firma de Rioja Alavesa está a punto de cumplir 50 años (arrancó su andadura en 1969) y ha iniciado una nueva etapa, renovándose por dentro y por fuera. De hecho ha cambiado su etiqueta, acorde a una nueva etapa de madurez, así ha actualizado sus vinos este año y además ha renovado sus instalaciones para potenciar el enoturismo. Esta renovación integral se enmarca en el Plan Estratégico del Grupo Chivite.
Los vinos de Viña Salceda
Viña Salceda ha cambiado en 2017 su imagen y también se ha renovado por dentro. Los nuevos vinos llevan la firma de César Muñoz, asesor enológico del Grupo Chivite desde 2011, y reflejan la identidad de la tierra y esta etapa de madurez. Los vinos de Viña Salceda, crianza y reserva, son una muestra de la personalidad de Elciego, «una zona productora prestigiosa que por la singularidad de sus viñas, clima y tierra es capaz de ofrecer vinos cálidos y amables que conquistan a los paladares más inquietos», destacan.
Tempranillo, viñedos maduros, clima amable, tierras arcillosas y calcáreas,… La bodega y sus fincas gozan de un peculiar microclima, gracias a la cordillera de Cantabria por el norte y la cordillera de la Demanda por el sur que moderan las influencias atlántica y continental/mediterránea.
Los viñedos están localizados en las vertientes sur y sureste, a una altitud de 410 a 450 metros, junto al río Ebro y la confluencia del río Mayor, donde los vientos son la respiración y la refrigeración de los viñedos, especialmente en los períodos más cálidos del verano. Se encuentran ubicados en los términos de Elciego: La Dehesilla, El Roquial y Valdefraile.
Se cultiva principalmente la variedad Tempranillo, de la que se están haciendo algunas selecciones masales en las parcelas más antiguas; los viñedos son cuidadosamente cultivados de modo tradicional, y, por ejemplo, se labra la tierra en lugar de utilizar cualquier herbicida, o las tareas desde la poda hasta la vendimia se hacen a mano, de una manera razonable y sostenible.
Salceda Crianza 2012, ha sido elaborado con uvas de las variedades Tempranillo 95%, Graciano y Mazuelo, el vino se estabilizó en barricas bordelesas durante 12 meses. De color cereza, muestra un aroma intenso, con predominio de la expresión frutal en perfecta armonía con las notas de crianza y matices especiados. Tiene una entrada amplia, con paso de boca goloso y buen volumen. De gran viveza y frescura y equilibrio. (PVP: 7 euros/75cl y 14 euros Mágnum).
Salceda Reserva 2011 se hace con uvas Tempranillo y Graciano procedentes de viñedos de más de 40 años, el vino permaneció en barricas bordelesas durante 18 meses. De color rubí, su aroma es a la vez muy intenso y sutil, con frutas negras silvestres y fruta confitada, perfectamente ensambladas con notas de fina madera y tostados. Su paso de boca es denso, estructurado, largo, redondo y con un gran equilibrio ácido. (PVP 12 euros/75cl y 24 euros Mágnum).
Viña Salceda recupera el valor de la etiqueta
Por eso ha apostado «por un contenido que transmite algo más que una apariencia atractiva». Dicen que «a través de la marca Salceda se crea una imagen retro de total actualidad, que quiere resaltar su fuerza y vitalidad, centrándose en los conocimientos adquiridos en Viña Salceda en este casi medio siglo: hacer vinos en los que prevalece la verdad de la tierra y en los que se deja aflorar la esencia de un entorno privilegiado para la práctica de la viticultura».
Sobre la nueva etiqueta que se ha estrenado en 2017 explican que respeta los criterios fundamentales de la marca, «como la clasificación cromática, la iconografía corporativa o tipografías reconocibles de añadas anteriores, pero se presenta un conjunto más limpio, menos recargado de clasicismo». En cuanto a la botella, tipo bordelesa y personalizada, señalan que actualiza la presentación «con formas más estilizadas, para resaltar la elegancia del producto que atesora en el interior». Quiere ser la más alta expresión de la experiencia: «saber prescindir de lo anecdótico y centrarnos en lo esencial». Una presentación que describen como «madura, acorde a los tiempos de una bodega que sabe lo que quiere».
Una experiencia enoturística integral en una bodega que tiene 50 años a sus espaldas
La bodega ha vivido un proceso de reforma para adaptarse a esta nueva etapa y ofrecer a sus clientes y visitantes una experiencia enoturística integral.
La bodega ha inaugurado en primavera su nueva línea enoturística, que incluye un programa variado con varias opciones para que quien quiera conocer la firma elija la que más le convenga. Son las siguientes:
- Primeros pasos: incluye la visita básica a Viña Salceda para conocer los orígenes, las viñas, la singularidad de la zona, la bodega donde muestran las claves del proceso, y finalmente es posible iniciarse en el arte de la cata.
- Sabiduría: deleitarse con nuevas experiencias que permiten descubrir nuevas capacidades sensoriales. Ofrecen una visita privada o la experiencia «Añadas Míticas» que además de la visita al viñedo y la bodega se termina con una presentación de una añada histórica, su Viña Salceda Reserva 2001.
- Hedonismo: lo describen como «el placer por el placer» en Viña Salceda. Se trata simplemente disfrutar en el campo, en la bodega y tras un vino de bienvenida, toca pasar a la mesa para disfrutar de los platos del menú.
- A la Carta: Una experiencia personalizada de disfrute de la bodega, instalaciones, salones y actividades tanto para reuniones de empresa como para acontecimientos familiares.
Así que ahora es posible conocer a Viña Salceda no solo por sus vinos, sino también en visitas directas a la bodega, ya que ha sumado a su oferta diferentes experiencias enoturísticas. En este sentido quieren que el hecho de acercarse a Viña Salceda suponga conocer y valorar el entorno, entender cuáles son las condiciones que hacen que el área de Elciego sea tan apropiada para el cultivo de la vid. Y seguro que consiguen trasladar su experiencia y conocimiento a quienes quieran descubrirlo.